—No quiero preguntar, pero... ¿qué tienes? —Samanta entra en su modo chismosa.
—Te hubieras quedado callada entonces.
Sin decirme nada continúa su labor preparando la cena, está más metida en la cocina ahora, es domingo y Will sale temprano, pasan la noche juntos viendo películas y comiendo. No puedo creer que los vea más juntos. No tienen vergüenza, mi padre y yo no hemos hablado desde aquella cena con los Detex. Solo algunas palabras nos decimos y ya está, eso es todo.
Samanta por su lado, siempre se le pasa la mirada cuando hago ejercicio, pero mantiene sus arranques a raya, no ha vuelto a insinuarse, ni nada por el estilo. La envidio, de verdad la envidio, ¿cómo puede mantener eso que siente, eso que quiere?, ¿cómo es tentada por lo que desea y no lo toma, no lo reclama como suyo?
Yo nunca he sido posesivo, pero cuando alguien se entrega a mí, en cuerpo y alma nada le pasara, nadie la tocara, más que yo. A menos de que no pueda evitarlo.
—¡Frank! —su grito de puro horror.
Sangre, muerte, dolor.
Me siento impotente al pensar todavía en eso en que nada las tocara estando conmigo, porque es mentira yo mismo he fallado con mi promesa. He fallado a todo y me siento patético. Un coraje y odio me inunda cada día y no puedo salir.
Me giro sobre mis talones para salir de la cocina.
—¡EY! ¿Dónde vas? —cuestiona con aire despreocupado.
La miro fulminante sobre mi hombro.
—No te alejes, cenaremos pronto —vuelve su vista a la comida delante a ella.
Rio sin humor y salgo por el pasillo. Ella cree que cenaremos como una familia perfecta, unida y feliz, es aún más patética y ridícula que yo.
Llego a la puerta de la entrada. Debato entre salir o ir a mi habitación, pero necesito distraerme un poco, los recuerdos llegan más y más en estos días. Abro la puerta con determinación a seguir adelante en mi camino, pero me encuentro con una figura femenina conocida.
—¿Qué haces aquí Nancy? —cierro la puerta detrás de mí, pasándole por alado.
—¡Oye, espera! —grita irritada.
—¿Qué quieres Nancy? —me volteo encarándola, ella esta tan cerca por que ha intentado alcanzarme. Noto como se hace pequeña por mi inesperada reacción de voltear, pero se compone en cuestión de segundos.
—Eres muy enojón —hace un gesto gruñón arrugando su nariz.
—Y tú eres desesperante —confieso volviendo a mi camino.
Oigo como bufa por mis palabras.
—Solo venía a invitarte a una fiesta —me detengo en seco al escuchar fiesta. ¿Cree que invitándome a una fiesta puede seducirme? Ella piensa que soy tan fácil como todos con los que ha estado.
Reinicio mi camino después de unos segundos, pero su cuerpo me impide seguir cuando se detiene frente a mí.
—¡Para ya! —exclama —. Pienso que deberías ir, necesitas distracción, aquí no veras mucho de eso —suspira, —pero con nosotras sí —me guiña el ojo.
—No andes pensando Nancy —meto las manos en los bolsillos de mí sudadera. Camino pasándole de nuevo por alado.
—No aceptaré un no por respuesta —pone su mano en mi pecho para detenerme. Mi mandíbula de tensa y el enojo e irritación empieza a formarse en mí.
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Culpable o inocente | En curso.
Детектив / ТриллерNo es un secreto que la vida es muy injusta. Con los que menos lo merecen. Los que tienen más sueños, los que quieren alcanzar algo, los que quieren un cambio son silenciados por las desgracias. ¿Cómo creer? ¿Cómo seguir? Si tan solo me hubieran dad...