Capítulo 16

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Dime como piensas y te diré que es lo que quieres...

No sé por qué mi mente saca esas palabras que hace mucho enterré en los lugares más remotos de mis pensamientos, lo menos que quiero es recordar a esa mujer y aquí estamos con esas palabras resonando en cada espacio de mi cabeza.

¿Y para qué?

No lo sé, y tampoco se a que vienen dichas palabras, si la situación no las amerita.

¿O sí?

Me acerco a la puerta y esta entreabierta, la miro con curiosidad mientras trato de enfocarme en los ruidos de adentro, pero no hay nada.

Me resulta extraña esta situación, y mi mente no deja de relacionarla con lo que pasó la noche en que encontré a las mujeres Brooks envueltas en lágrimas.

—¡PERRAS!

Un estruendo se escucha después del grito que causa que pegue un sobresalto, no le pido permiso a nadie y me dirijo por el pasillo después de la puerta, lo siguiente me derrumba.

La señora Lily, la amable señora Lily se encuentra en el suelo, sollozando, no sé si de dolor o de miedo, Violet detrás de la mesa del comedor un poco acobardada y con el pánico inundando su rostro, Vallolet por su parte está en manos del tipo que ha entrado misteriosamente, el sujeto la tiene del cuello contra la pared, el miedo combinado con asco en su expresión me llena de enojo y de ganas de darle un tiro al cabrón que tengo delante.

Poco hombre. Meterse con tres mujeres.

—¡No Frank! —escucho a Violet cuando nota mis intenciones. Alertando al hombre, pero es demasiado tarde para detenerme.

No me detengo a preguntar quién es, y que pinta para ellas, mi mente se nubla por lo que veo, por como las trata.

Gritos es lo que escucho después, suplicas que se van alejando de mi oído al pasar los segundos, solo estamos él y yo, bueno estoy yo más que él ya que no se le ven ganas de seguir, llego a pensar que ya está inconsciente de los golpes que le he propiciado.

—¡Basta! ¡Basta! —siento manos en mis hombros.

—¡NO LAS VUELVAS A TOCAR! —escupo en el cuándo me pongo de pie. Él me ha golpeado una vez y solo me rompió el labio —. ¡Lárgate de aquí! —me tambaleo hacia atrás.

Dime como piensas y te diré que es lo que quieres...

Dime como piensas y te diré que es lo que quieres...

Suena una y otra vez en mi cabeza, empiezo a marearme, tengo que asegurarme que el tipo salga de aquí. Apenas se mueve, pero sé que se puede parar, no lo he dejado tan mal, ¿o sí?

Se pone de lado y tose algo de sangre, mis nudillos arden, no le tomo importancia y solo aprieto mis puños y tenso mi cuerpo para que se me pase de apoco el coraje y las ganas de seguir golpeando a ese asqueroso.

—Mierda, mierda —se acerca Violet al cuerpo ayudándolo un poco —. Párate, papá, párate.

¿Papá?

El tipo que he golpeado brutalmente es el papá de Vallolet, su papá, no quiero mirarla, y no es por sentirme mal por haberlo golpeado, es todo lo contrario, ella verá que no hay ni una gota de arrepentimiento de mis actos.

De por sí te odia Frank, ¿cómo crees que te mirara ahora?

—¡Déjalo Violet! Se lo merece —interviene Vallolet sorprendiéndome, quitando a su hermana de encima de su padre.

Culpable o inocente | En curso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora