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Su visión se nublaba, observó con confusión la habitación que ahora habitaba; bien que tenia cama y esta era muchísimo mejor que aquel sofá que le jodía la espalda, sin embargo; algo le dio un mal presentimiento, como si estuviera rodeado de lobos hambrientos, y fuera de lo que creyó ese presentimiento y ese miedo no iba reflejado a Stan como comúnmente era, ahora iba reflejado a otro rubio que le hacia estremecer y encogerse en su lugar.

Bradley.

Supo desde él primer día que estuvo con ellos que ese rubio quería algo de él, siempre le miraba de reojo y si se distraía lo tenía a solo pocos centímetros oliendo su cabello, sabia que tenia un olor atrayente mas nunca pensó su olor llegaría a los extremos de atraer a los Betas y Alphas no deseados. Una noche, fría y tormentosa él rubio estaba durmiendo plácidamente en la cama envuelto en las cobijas abrazado a la almohada; la puerta de su habitación fue abierta él no lo había notado, pero él otro monstruo de sus pesadillas estaba allí. Mirándolo dormir.

-Que lindo~. -Desperto de golpe por él toque a su cintura, se enderezó y observo asustado a Bradley.

-¿Q-que haces aquí?. -Retrocedió casi por inercia, la mirada del otro no le daba confianza y cuando tiro bruscamente de sus piernas pegando ambas entrepiernas se asustó. -¡Sueltame!. -Se removió, sin embargo el Beta lo tomo por él cuello y empezó a aplicar presión.

"Estocolmo" [Stan x Gregory] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora