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Estaba aburrido de esa vida monótona, de ser siempre él hijo perfecto, él amigo perfecto, él Omega perfecto, era cansador todo eso junto sumando la corta edad de dieciocho años recién cumplidos, como cada día salio a trotar por su urbanización, esta tenia máxima seguridad pues en ella solían vivir gente de dinero, ya fuera de la familia Black hasta aquellos vecinos que tenían ese hijo extraño que nunca dejaba de observarle por donde fuera, era incómodo. Por no decir más.

A la lejanía pudo divisar a su mejor amigo y confidente, sonrió emocionado de sólo observar la silueta del Beta y corrió abrazándose rápidamente al cuello de este; el castaño se tambaleó y sostuvo la pequeña cintura del Omega para bajarlo de su cuerpo y que esa escena no se viera mas mal de lo que en un principio se vio.

-No pensé verte por aquí. -Sonrió él Omega, él francés se llevo una mano tras su nuca. -¿Chris?. -Preguntó extrañado de la actitud de su amigo.

-Hey tu, ¿recuerdas a Damien?. -Preguntó tentativa mente, él rubio ladeo la cabeza y asintió.

-¿Sucedio algo con ese idiota?. -Fruncio él ceño, él Beta sonrió enternecido de esas acciones. -¡Dime!. -Exigió dando un pisotón al piso, él Beta se río.

-No sucedió nada. -Alzo las manos para calmar al Omega, este le miro enfurruñado sin entender nada. -Me... Me pidió salir con él. -Aclaró con las mejillas suavemente sonrosadas, él rubio no lo comprendía.

"Estocolmo" [Stan x Gregory] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora