Mi Ángel (Camren)

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-Mi progenitor... - cambió la expresión a una de confusión, si tan sólo se imaginara...

- ¿Qué pasa con él?.

Y le conté todo, solté todo lo que me atormentaba, lloré es sus brazos, me dolía el corazón, Camila limpió mis lágrimas y me llenaba de consuelo, besaba cada centímetro de mi rostro porque decía que así podría borrar la tristeza que reflejaba, beso mis párpados muy cerca de mis ojos porque así volvían al color esmeralda que a ella le gustaba, acarició mi cabello tan lentamente porque decía que así borraría los malos recuerdos, besó mis manos, nudillos y muñecas porque dijo que eran de porcelana y así se mantendrían siempre intactas, besó mi cuello, muy cerca de mi pulso porque así sabría que era ella quien podía acelerarlo, me abrazó tan fuerte y cariñosamente porque decía que así traspasaría el dolor de mi pecho al suyo y así se sentiría mejor, borrando el dolor y dejándolo todo en el pasado.

Porque así se iría el recuerdo de otro cuerpo que no era el de ella, posó la mano en mi corazón porque dijo que así transmitiría la calidez que yo siempre le doy cada vez que me toca y por último... besó mis labios porque quería darle todo el amor que su cuerpo sentía, todo el amor que su corazón gritaba y todo el amor que me tenía.

Limpié sus lágrimas porque lloró conmigo, no hay nada peor que verla llorar, me acostumbré a la imagen sonriente de Camzi y no creí que tuviera lágrimas para derramar, la abraze tan fuerte que creí romperla, no me importaba si tal vez lo hubiera hecho. Solo me aferraba a su cuerpo, deseando que jamás se separe de mí.
Dijo que le dolía mi dolor, que si pudiera traspasaría todo lo que sentía y yo me hacía esa estúpida pregunta, ¿la merezco?, la amo tanto incluso más que ayer, después de hoy y más que mañana.

Le agradecí existir, porque sin ella ¿quién era yo? solo me sonrió como siempre, me acerqué despacio a sus labios, mis manos no dejaban de temblar y me besó, me besó tan suave, lento y disfruté mucho, se sentía diferente y no diferente malo sino un diferente muy bueno.
Sus labios abrazaban los míos como si no hubiera un mañana mientras yo acariciaba su mejilla y sentía lo caliente de su piel en mis manos, sentía sus brazos alrededor de mi cintura cada vez atrayendome más. En ese instante sentía mi corazón en llamas, tan cálido y quería gritar que la amaba más que nada, que la amaba mucho pero ¿sería precipitado?, sentía que era lo correcto para mi pecho y alma pero mi mente decía que no era el momento.
Estaba tan convencida de que podría lograr tantas cosas con ella. A su lado tienes esa sensación de amor, la que tanto necesité, me sentía muy enamorada, me siento orgullosa de amarla, sé que aunque otras personas vengan ninguna podrá alcanzar su brillosidad, ninguna podrá alcanzar su gran corazón, ninguna ocupará su lugar.

-Creí... Que si te contaba no ibas a quererme más- admití.

-No dudes nunca de mis sentimientos por ti Laur, esto nos une aún más, me sirve porque ahora quiero protegerte el doble y siempre diré lo hermosa que eres.

-No lo soy -bajé la mirada avergonzada.

- Lauren- noté seriedad en su voz -nunca digas que no eres hermosa.

-Solo mírame Camzi, dudo mucho que lo sea- suspiré.

-Te voy a decir algunas cosas y no quiero que me interrumpas ¿está bien?- asentí.

-Voy a destapar mi corazón y aunque suene muy cursi solo lo diré para que nunca lo olvides, tienes algo que me hipnotiza - sonreí -Cada minuto a tu lado es genial, incluso las horas pasan como minutos entre tu y yo, cuando te veo me haces feliz al instante, cada momento lo haces especial, no hay nadie más en el mundo que ame más estar contigo que yo - me sonrojé -No estoy tratando de sonar como poeta pero...
Me encanta tu sonrisa, tu mirada me tiene hechizada -acarició mis nudillos - Cuando sonríes juro que tu rostro se transforma en lo más lindo de apreciar, me gusta la forma en que tus mejillas se vuelven redondas y se sonrojan, tus ojos son como la luna, tan atrayentes. Tus labios son tan cálidos, hermosos, acogedores, me encanta el sabor -Me sonrojé aún más- Es el mejor néctar que he probado Laur, tienes un corazón hermoso, cuando hablas haces volar mi mente, escucharte es la mejor terapia, sabes... -bajó la mirada- tengo mucha suerte por tenerte, tengo suerte porque me quieres -yo quería llorar ahora, no solo la quiero, la amo -Solo quiero agradecerte por dejarme estar a tu lado -nos sonreímos - Prometo apoyarte siempre- No aguanté y la besé otra vez, en ese beso estaba transmitiendo todo de mí, esperaba que ella captara lo que en palabras quizás no me atreva a decirle.