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-Vimos en ropa interior a Yerim - bromeó Minho una vez estábamos los nueve sentados desayunando en una de las mesas del comedor donde todos los alumnos estaban comiendo.

-Pervertidos - susurró Jeongin mientras se tapa la boca indignado, cualquiera diría que le habían dicho que habían matado a una persona por la expresión de terror que tenía.

-Mierda, perdí la oportunidad - bromeó Jisung y le tiré una tostada a la cara riéndome.

-Admiren a la putita - susurró una voz cerca de mí y al voltearme me encontré a Lia, junto a su grupito de seguidoras-. ¿Cómo dormiste, Felix? - le preguntó a mi hermano, quien estaba sentado delante de ella y Lia aprovechó la posición para pasar sus brazos por alrededor de su cuello y abrazarlo.

Felix me miró incómodo y trató de apartar sus manos amablemente pero ella lo sostuvo con aún más fuerza.

-Aléjate de él - le advertí dejando mi silla y parándome a su lado.

-¿O si no qué? - me preguntó alzando una de sus finas cejas, provocándome.

Tomé sus brazos y los aparté bruscamente del cuello de mi hermano. Ella me empujó golpeando mi hombro y yo agarré de su cabello tirando hacia abajo. Se comenzaron a escuchar que los estudiantes se acercaban a nuestro alrededor para poder apreciar mejor la pelea mientras Minho y Chan me alejaban de ella tomando mis brazos. Chaeryeong y Yeji abrazaron a Lia, que comenzó a fingir un llanto justo antes de que aparecieron un par de profesores para ver que estaba pasando.

-¿Qué están haciendo? - preguntó indignado uno de ellos, acercándose a Lia.

-Me golpeó. Es agresiva y peligrosa - lloriqueó limpiando las falsas lágrimas.

-Ella acosa a mi hermano - hablé dirigiéndome al profesor, mostrándome lo más tranquila que podía.

-Acompáñenme las dos - dijo el otro profesor de manera intimidante, y miró amenazante a los demás estudiantes para que siguieran con lo que estaban haciendo, quienes no tardaron más de unos segundos en volver a sus mesas.

Chan y Minho soltaron mis brazos para poder seguirlo y todos, sobre todo Felix, me miraron apenados.

-No te preocupes - le sonreí levemente y caminé junto a Lia tras los profesores.

-¿Ves lo que consigues? - me recriminó mientras seguía limpiando el piso con el trapo.

La ignoré mientras seguía haciendo nuestro trabajo. Los profesores nos castigaron teniendo que limpiar las diferentes instalaciones mientras el resto de nuestros compañeros hacían las actividades planeadas para ese día. Lia, quien con sus propias palabras, no quería estropear la manicura que se había hecho antes de venir, hacía los trabajos más suaves mientras yo hacía los que necesitaba fuerza.

Estábamos limpiando el comedor, con un profesor vigilando que hagamos nuestras tareas, aunque en realidad estaba ausente al estar dormido sobre la silla.

-Ve a buscar otro balde - me mandó Lia, acomodando delicadamente un mechón de su cabello detrás de la oreja.

Asentí y caminé a través de un pasillo ancho y solitario, buscando el pequeño cuarto donde estaban guardados los productos de limpieza. Comencé a tomar el balde que me había pedido Lia cuando una mano tapó mi boca y me tiró hacia el cuerpo dueño de esa mano.

-Hola, señorita - me susurró y volteé agresivamente. Era Mingi, con esa sonrisa desagradable que tanto odiaba-. ¿Mi chica se peleó y ahora está castigada?

-No soy la chica de nadie - escupí cuando sacó su mano de mis labios-. ¿Qué mierda haces aquí?

Mingi ignoró mi pregunta y tocó mi campera negra holgada, jugando con el cierre.

-Me pone mucho como te vistes, machona - susurró con voz ronca acercándose unos centímetros.

-¿No serás gay? - pregunté tratando de alejarme todo lo que podía de él pero tenía la espalda contra la pared.

-Me gusta meterla.

-¿Gay activo? - lo provoqué pero comenzaba a sentir miedo nuevamente y sabía que nadie vendría a ayudarme allí.

-Prefiero en una mujer - susurró cerca de mi oreja, causándome un escalofrío por toda la columna vertebral.

Besó con fuerza mi cuello, tomando mis manos y colocándolas a los lados de mi cabeza para inmovilizarme. Comenzó a succionar con fuerza en una zona de mi cuello expuesto, pegando su cuerpo aún más al mío para poder evitar las patadas que comencé a lanzar.

-¡Yerim! ¡No me dejes sola, marimacho! - comenzó a gritar la aguda voz de Lia desde lo lejos, quien parecía que me estaba buscando.

-Que odiosa es - murmuró irritado, dejando en paz la piel de mi cuello-. Mh, ¿qué pensarán tus amiguitos de ti ahora? - habló mirando mi cuello y supe que me había dejado un chupetón.

-Eres un imbécil - maldije, esperando el momento para poder golpear su cabeza contra una pared.

-Lo que tú digas - dijo, liberando mis manos y comenzando a correr, sin poder haber tenido la oportunidad para cumplir mi deseo en ese momento.

Tomé el balde hecha una furia y coloqué la capucha de mi sudadera para que nadie pueda ver la posible marca que me podría haber quedado.

-Aquí estás - habló Lia una vez me vio y suspiró exageradamente-. Pensé que te habías escapado.

-Ya me hubiese gustado - le respondí pasando por su lado para volver al comedor, todavía roja de la furia.

tomboy » hwang hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora