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-¿No saben lo que le pasó a Hyunjin hoy? - preguntó Changbin mientras hacíamos nuestra rutina de ejercicio en el gimnasio. Solíamos ir por lo menos 3 veces a la semana luego del colegio y solíamos a hacer una rutina similar para poder hablar mientras. 

Chan y yo negamos con la cabeza y yo seguí con mis sentadillas en silencio pero Changbin volvió a hablar.

-Tú estabas con él cuando se fue. ¿Se han peleado? - dejó la pesa en el piso sin dejar de verme, atento a la respuesta del porqué Hyunjin había estado raro durante todas las clases.

-Siempre lo hacemos - respondí sacándole importancia, sin dejar de hacer mi ejercicio.

-Pero tal vez fue diferente hoy... - propuso Chan pero se calló al ver mi expresión.

-Pregúntele a él si tanto les interesa - contesté cortante tirando la bolsa de 20 kilogramos que tenía sobre la espalda en el piso, haciendo que suene un ruido sordo-. Me iré a casa, tengo que hacer tarea - anuncié caminando hacia el vestuario sin poder evitar mostrar mi malhumor.

-Oh, adiós - alcancé a escuchar murmurar a Chan antes de desaparecer por la puerta.



Decidí caminar hacia mi casa aunque el día estuviese frío y nublado, pero me daba una sensación de paz que las calles estén tranquilas. No había podido dejar de pensar en aquello que no había notado según Hyunjin, pero sabía que desde siempre me ha costado entender indirectas, pero era demasiado orgullosa como para llamarlo o mandarle un mensaje para seguir insistiéndole sobre el tema. Esperaba que caminar con aquel frío me ayudara a por lo menos dejar de pensar en él y en su arrogante sonrisa por unos largos minutos hasta mi casa que quedaba algo lejos del gimnasio.

Estaba pasando cerca de un callejón, el cual en cualquier otro momento no habría llamado mi atención, cuando un brazo tiró de mi cuerpo y un sentimiento de terror me invadió de golpe. Comencé a golpear hacia todos los lados, tratando de liberarme del agarre de la persona desconocida. Mi respiración comenzó a agitarse y sentí la adrenalina en mi cuerpo, pero el cansancio de todo el ejercicio que había hecho más temprano había dejado mis músculos agotados y que quemaban por el esfuerzo.

Aquellos fuertes brazos me apoyaron contra la pared mientras tapaba mi boca con una mano y agarraba mis manos con la otra, un agarre que sabía que era mejor prevenir, pero debido a la sorpresa no había podido evitar.

-Hola, señorita - habló la voz e inmediatamente lo reconocí antes de abrir los ojos que había cerrado por el miedo.

-Mingi, suéltame - le advertí pero mi voz se rompió en el medio de la palabra.

-Te dije que me la pagarías por todo lo que me hiciste - siguió y sacó su mano de mi boca para acariciar mi rostro.

-Mingi, por favor - conseguí decir mientras comencé a llorar. No podía contener más el miedo y aunque quisiese moverme, sentí como el terror había comenzado a inmovilizar mi cuerpo mientras solo podía temblar y llorar, sin encontrar fuerzas para poder gritar aunque estaba deseando poder hacerlo. 

-Me encantas, ¿sabías? - susurró cerca de mi oreja antes de tirarme al piso.



Apenas Mingi me dejó sola, me levanté tratando de dejar de llorar. No podía calmarme, mi respiración y latidos estaban totalmente desbocados y mi mirada estaba nublada, sin permitirme pensar. Me llevó varios minutos recordar dónde estaba y entender qué había pasado, por lo que tomé mi bolso que por suerte aquel hombre no había tomado, pero al ver mi celular me insulté a mi misma por no haberlo cargado mientras estuve haciendo ejercicio

Tomé mi bolso aún temblando luego de acomodar mi ropa y salí del callejón, siendo ya más tarde, comenzando a ser de noche. El miedo volvió, cualquier sombra que producían las farolas o las luces de las casas me asustaba y sabía que en cualquier momento volvería a llorar. Miré las calles y traté de recordar qué conocido vivía más cerca de donde me encontraba hasta que reconocí la calle que solía usar con Felix para ir a la casa de Chan. Caminé como pude hasta allí sin poder aguantar más las lagrimas, producto de la angustia y el miedo de que aparezca otro hombre o Mingi nuevamente.

-¿Yerim? - preguntó Chan al verme frente a su puerta, llorando y totalmente adolorida. Agradecí que ya había llegado a su casa y por un momento deseé haber tomado un camino diferente al de siempre para poder haber sido encontrada por Chan en su regreso del gimnasio.

Me abrazó y me hizo pasar sin apartarse de mi lado, tratando de ayudarme a calmar mi respiración. Aunque pensé que estaría solo en su casa debido a que sus padres trabajan todo el día, también se encontraban Seungmin y Hyunjin, quienes se asomaron por la puerta de la cocina para ver quién había tocado la puerta.

-¿Qué ocurre? - preguntó el mayor pero solo escondí mi rostro en su pecho y, aunque trataba de hablar, solo salían balbuceos y sollozos de mi boca. Los chicos nunca me habían visto llorar, en realidad era algo que nunca hacía, por lo que entendía el nivel de preocupación extrema que tenían en su mirada.

Chan me levantó en sus brazos, aún en ropa de gimnasio, y me llevó hasta su cuarto, donde me dejó suavemente en su cama. Seungmin se sentó a mi lado mientras el dueño de la casa buscaba una manta para taparme y un vaso con agua. Seungmin acariciaba mi cabeza y permitió que apoyara mi cabeza sobre su pecho, algo que por lo general no le gustaba que hagamos, pero estaba haciendo una excepción.

Hyunjin en todo ese momento nos observaba apoyado en el marco de la puerta sin apartar la vista en mí. Chan se sentó en una silla cerca de la cama y hasta que no me había calmado lo suficiente no habló ninguno.

-Mingi... - logré decir, tratando de no llorar más para poder explicarme.

-¿Que hizo? - me animó a hablar Chan tomando mi mano y acariciándola suavemente-. Sabes que nos puedes contar.

Miré hacia Hyunjin, que asintió con la cabeza animándome a hablar, mostrándose serio y atento.

-Me... - tomé aire. Aunque quisiese, me costaba demasiado poder decir la palabra en voz alta-. Me violó - murmuré.

Aunque pensé que por el nivel de mi voz no me habían escuchado, sí lo hicieron debido al palpitante silencio. Escuché como Chan y Seungmin tragaban de golpe impactados y el silencio volvió a invadir el cuarto aún más pesado.

-¿Tendría que denunciar? - preguntó Seungmin mirando a Chan, quien estaba en silencio mirando nuestras manos entrelazadas.

-Lo haré mierda - maldijo Hyunjin y golpeó la pared con golpe, sobresaltándonos a los tres que estábamos más lejos.

El golpe, más la alta sensibilidad que tenía en mí, hizo que comenzara a llorar de nuevo. Nunca me había mostrado tan débil frente que ellos, siempre aparentaba ser lo más fría pero en ese momento lo que menos pensaba era sobre la imagen que mostraba de mí.

-Hyunjin, basta - lo calló Chan, mirándolo severamente-. ¿No entiendes que no es momento para ponerte así?

-¿Que no es momento? ¿Abusó de ella y pretendes que no me enoje? - habló incrédulo mientras rió sarcásticamente.

-Cállate - le respondió en voz baja pero intimidantemente.

Hyunjin lo miró en silencio y luego volteó a verme a mí, relajando su expresión. Se acercó lentamente a mí hasta estar a unos centímetros, tomando mi nuca con delicadeza y plantando un pequeño beso en mi frente.

-Vayan a hacer la denuncia, luego los llamaré - dijo antes de desaparecer rápidamente por la puerta del cuarto de Chan y pudimos escuchar como la puerta principal se abría para luego cerrarse de un golpe.

tomboy » hwang hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora