Ya había pasado una semana desde que habíamos vuelto a nuestra rutina. El oscuro chupetón por parte de Mingi había desaparecido con el tiempo y había logrado que nadie, excepto Hyunjin, lo viese.
Los chicos nos habían visitado a Felix y a mí, aprovechando que teníamos la casa sola ya que nuestros padres habían vuelto a Australia por algunos trámites. Pasamos la tarde en la sala de estar viendo películas de terror y jugando videojuegos, que era básicamente lo que hacíamos cuando nos juntábamos en alguna casa.
Me había parado para ir a buscar más papas fritas a la cocina cuando noté como Hyunjin me seguía.
-¿Volviste a encontrarte a Mingi? - preguntó serio, mirando con atención cómo metía las papas fritas dentro de un bol. Había evitado a Mingi desde aquel encuentro en el baño cuando había ido a ayudar a Jeongin. A pesar de tratar de sacarle importancia a aquel suceso, no podía evitar sentirme asqueada y con algo de miedo aunque me costara aceptarlo.
-No - le respondí y le eché una rápida mirada, pudiendo notar que estaba más tenso de lo normal. Era raro verlo de esa manera, más cuando solía ser mucho más relajado a mi lado, molestándome la mayor parte del tiempo-. ¿Acaso estas celoso? - pregunté tratando de aligerar el ambiente.
-¿Yo celoso? Disculpa, no eres mi tipo - el Hyunjin de siempre apareció, mirándome con una sonrisa orgullosa.
-¿Y como es tu tipo ideal?
-Más femenino - volteé a verlo e inmediatamente una ola de enojo me invadió.
-Eres un idiota - respondí de golpe mientras tiraba el paquete de papas fritas vacío al tacho de basura con fuerza.
-¿Te enojaste? - preguntó confundido.
-Es algo estúpido tu tipo ideal. ¿Cómo la forma de vestir de alguien definiría si es de tu gusto o no?
-¿Acaso estás celosa? - preguntó agudizando su voz, imitándome.
-Te mataré, esa es la única forma de callarte - maldije entre dientes, tomando el bol para poder volver junto a los demás.
-Eres hermosa - dijo y me detuve en el lugar sin voltear a verlo. Al notar que no iba a contestar siguió-. ¿Sigues con ganas de matarme?
Al girar mi cabeza para verlo, noté que estaba sonriendo como solía hacer cada vez que sabía que me había ganado poniéndome incómoda. Era una sonrisa que, aunque me hiciera querer golpear su cara, me hacía sentir un nudo en el estómago.
No era estúpida, sabía que varias chicas del instituto se habían declarado ante él. Era realmente atractivo, no solo físicamente sino también su forma de hablar y de moverse, transmitiendo seguridad en sí mismo.
Automáticamente recordé una conversación que había tenido días antes con mi hermano, cuando él me había preguntado si sabía la razón por la cual constantemente peleaba con Hyunjin.
-Creo que te gusta molestarlo y estar pendiente de él porque sabes que él es realmente confiado de sí mismo, algo que tú no logras ser. ¿Envidia tal vez? - me había dicho y, aunque su intención no haya sido lastimarme, me había dejado varios días pensando acerca de aquello.
Y era verdad. No vestía con ropa de hombre sin razón, sino porque era ropa holgada, con la cual podía tapar mejor mi apariencia, pareciendo ser una chica más dura y a quien temer. En el instituto en Australia había logrado crear esa imagen de irrompible y pretendía hacerlo también en Corea.
Los chicos siempre me habían tratado como una más, sin hacer diferencia por ser mujer, pero sabía que era porque vestía y actuaba como hombre. Pero a pesar de haber comenzado a vestir y actuar de esa forma para parecer más dura, sabía que ya era parte de mi identidad y no lo cambiaría por nada, aunque me estuviese causando problemas con el grupo de Mingi y el de Lia.
-¿Te comió la lengua el gato? - bromeó Hyunjin al no recibir una respuesta de mi parte.
-Te odio - murmuré comenzando a caminar para volver con el resto de mis amigos, pero me detuvo tomando delicadamente de mi brazo.
-Yerim, si Mingi te vuelve a hacer algo dímelo, ¿si? - su mirada se ablandó y bajó el tono de su voz-. Sabemos que es un idiota, pero no pensé que podría... tocarte sin permiso.
-Me puedo defender sola - escupí en voz baja y noté una ligera tristeza en su rostro que hizo que automáticamente sienta algo de culpa. Suspiré y me paré frente a él, que todavía no soltaba mi brazo y sentí como acariciaba ligeramente con su pulgar-. Está bien, te diré pero no le digas nada a los chicos, sobre todo a Felix. No quiero preocuparlo.
-Está bien - asintió soltando mi brazo y me encontré extrañando aquel cálido toque.
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tomboy » hwang hyunjin
Fanfiction❝-Te mataré, esa es la única forma de callarte - maldije entre dientes, tomando el bol para poder volver junto a los demás. -Eres hermosa - dijo y me detuve en el lugar sin voltear a verlo. Al notar que no iba a contestar siguió-. ¿Sigues con ganas...