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-¿No les parece injusto tres de ustedes contra dos? - hablé tratando de sonar lo más intimidante posible, preparándome para golpearlos si trataban de tocarme o tocar a mis amigos.

-Oh, buenos días, dulce Yerim - me saludó San, volteando hacia mí dejándome ver sus afilados rasgos.

-Los maricas y la machona. ¿Y si hacen un trío? Los tres tienen pene - Yunho se burló y sus amigos se rieron.

-Que chiste más de mierda - comenté-. Pero no me sorprende de una persona de mierda.

-Yerim, vete... - rogó Minho en un susurro pero Yunho ya estaba caminando hacia mí.

Era de las personas más altas que conocía y sin dificultad me pegó contra la pared colocando sus brazos a ambos lados para evitar que escape.

-¿Acaso buscas que te enseñen a respetar? - su vena del cuello estaba hinchada y rojo de la ira, al igual que su rostro.

-Ni siquiera tú respetas - le respondí y vi como levantaba su mano para golpearme pero una voz grave lo paró.

-No le pegues. Es mía, idiota - al voltear encontré a Mingi entrando al aula, caminando hacia nosotros.

-¿Y quién dijo que es tuya? - era una voz más suave que la de Mingi pero seguía siendo grave, la cual reconocí instantáneamente y un extraño alivio recorrió mi cuerpo.

Era Hyunjin, quien estaba apoyado en el marco de la puerta. Al ver toda la escena entera, sus amigos asustados y yo contra la pared, suspiró agotado.

-¿No se cansan de ser tan imbéciles? Desde hace meses que no nos dejan en paz - se quejó mientras caminaba hacia mí para apartar las manos de Yunho.

Yunho era más alto y más musculoso que Hyunjin y, aprovechando esto, le dio un golpe en la cara a mi amigo. Tanto yo como Minho y Jisung protestamos gritando pero Mingi me agarró a mí y San y Wooyoung agarraron a mis amigos.

-Tú te vienes conmigo, tenemos que arreglar algunas cosas... - susurró Mingi en mi oído pero logré golpearle con mi codo en su abdomen para luego darme vuelta y golpear su rostro.

Por suerte Changbin y Felix estaban pasando por aquel pasillo, y al escuchar tanto griterío entraron, por lo que los otros tres decidieron soltarnos por la diferencia clara de personas en cada grupo. Hyunjin caminó hacia mí y colocó su brazo sobre mis hombros, no de una forma posesiva sino para poder llevarme hacia la puerta antes de que tome una decisión no muy inteligente, volteando para lanzarle una última mirada a Mingi antes de salir del aula.

-Te vuelve a tocar y lo mataré - murmuró bajo para que solo yo lo escuche.

-Nunca te peleaste con alguien - me burlé pero por dentro me había parecido algo tierno que se haya preocupado.

-Siempre hay una primera vez - siguió serio y me vio desde arriba. Sonrió de costado con aquella sonrisa que sabía que derretía a cualquier persona, y apartó su brazo de mis hombros-. Cuida a tu hermanita - le dijo a Felix, quien se había acercado.

-Puedo cuidarme sola - contesté rápido-. El problema era que estaban molestando a... - comencé y me volteé a ver a Minho y a Jisung, quienes nos seguían desde atrás.

Se notaban tristes y caminaban bastante cerca en silencio, casi rozando sus dedos sin atreverse a tomar sus manos. Caminé más lento dejando que Hyunjin y Felix se me adelantaran y me coloqué entre medio de ellos dos tomando sus manos.

-¿Como están? - les pregunté tratando de animarlos con una sonrisa.

-No debías ayudarnos...

-No queremos meterte en más problemas - agregó Minho cabizbajo mirando hacia otro lado, siendo raro en él mostrarse tan decaído. Normalmente cuando se sentía mal, se ponía de mal humor o simplemente con cara de póker, pero verlo así me terminó de confirmar lo sensible que le ponía el tema. Ninguno de los dos me apartó la mano de mi agarre por lo que les apreté ligeramente sus manos para volver a llamar su atención.

-No dejaré que nadie les haga dudar de su relación - les prometí y acerqué sus manos para que puedan tomárselas-. Si alguien los critica los mataré y me mearé en su cadáver - seguí y comencé a caminar rápido para alcanzar al resto.

-Siempre tan dulce - rió Jisung finalmente y al voltear vi que no habían soltado sus manos.



-Yo también iré - dije enojada pero mi padre volvió a negar con la cabeza.

-No es necesario que vayas a Australia. Felix es que tiene que hacer esos papeleos y tú no puedes faltar al colegio sin razón - volvió a repetir.

Había habido algunos problemas con algunos documentos de mi mellizo y debía ir durante una semana a nuestro anterior país. No recordaba alguna vez donde hayamos estado tanto tiempo separados producto de nuestra tan buena relación. Había tenido suerte de tener a un mellizo tan dulce, complementándonos de una manera tan perfecta que nunca habíamos peleado y nos considerábamos mejores amigos. Estar el uno sin el otro era algo que claramente podíamos hacer, pero no durante tantos días y sabía que nos íbamos a extrañar mucho.

Felix me volvió a mirar y tomó mi mano por debajo de la mesa donde estábamos cenando.

-Mañana luego de clases te iré a buscar para ir al aeropuerto - le dijo nuestro padre dando por finalizada la conversación.

-No te preocupes, la pasaremos genial juntas - me sonrió mi madre al ver que no estaba conforme con la noticia.

Le devolví la sonrisa como pude y me paré para ir a mi cuarto seguida por Felix, quien se acostó en mi cama junto a mí mientras veíamos una película en silencio, entendiendo que ninguno de los dos estaba de humor para hablar.

tomboy » hwang hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora