II

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Kathy despertó en medio del bosque. No podía creer lo que su obsesión por volver atrás había hecho. Pero sabía que estaba un paso más cerca de salvar a sus padres. Solo debía llegar a la civilización y ella misma sabría aué hacer.

Caminó durante horas y todavía no salía de ese bosque.Cuando salió al claro no podía creer lo que estaba frente a sus ojos: una ciudad rodeada por una muralla inmensa con un enorme castillo en su centro. Decenas de carretas y carruajes entraban y salían por las puertas de la Ciudadela.
Kathy estaba azorada por semejante visión pero al mismo tiempo sabía que debía llegar allí lo antes posible. Entonces bajó corriendo la colina. Cuando llegó a las puertas de la ciudad.Se dió cuenta que su uniforme rasaltaría demasiado así que se cubrió con su túnica y la capucha. Luego se mezcló entre el gentío.

Mientras iba por las calles Kathy pudo percatarse de las características de este tiempo. Sin dudas estaba en la época medieval y peor todavía... entre muggles.

Súbitamente una muchedumbre se arremolinaba bajo el balcón del castillo. Kathy se abrió camino entre la gente y pudo ver que el verdugo afilaba su hacha. Esto parecía una ejecución. Un hombre alto, como de unos 50 y tantos años salió al balcón. Era su rey.

Kathy estaba demasiado Abrumada para escuchar su discurso solo reaccionó al escuchar la palabra Camelot. "No puede ser cierto" se decía ella misma. "Esto parece un chiste" pensaba mientras el rey continuaba su discurso.

Lo que ella no sabía es que se ponía cada vez mejor la situación. Sus ojos casi se salen sus cuencas cuando escuchó el motivo de esta ejecución: la magia estaba prohibida y su pena por practicarla era la muerte.

Kathy no quería seguir viendo ese espectáculo así que se volvió repentinamente para abandonar el lugar. No sabía que tras de ella estaba un chico

- ¡Ey, con cuidado!-Se quejó el chico.Era alto delgado, con la tez pálida, el cabello negro y los ojos azules. Su actitud cambió cuando vio que Kathy estaba sollozando.
-Lo siento-le dijo ella con la voz entrecortada- no sabía que estabas tan cerca
-Espera -Él la tomó del hombro- ¿Qué te sucede? -Ella se quitó la capucha. Él chico se asombró al ver que era una mujer y no se traba de un paje debido a cómo vestía ella en esos momentos. Se quedó mirándola embelezado. Nunca antes había visto una chica como ella. Era pálida al igual que él, con el cabello dorado y los ojos color aceituna enrojecidos por llorar. Kathy le debía su parte encantadora a que es mitad veela pues su madre era una de ellas.
-Sucede que acabo de llegar a esta ciudad y ya siento que mi vida está en riesgo.
-Debemos tener ciudado y mantener los ojos y los oídos abiertos ,siempre hay hombre peligrosos por ahí. -Dijo señalando a un hombre que que se escabullía con una daga entre la multitud.Kathy sonrió agradeciendo la gentileza de aquel desconocido.-Soy Merlín por cierto-Algo en Kathy se quebró cuando oyó eso, todo encajaba ahora: Camelot, el rey déspota y ahora Merlín. Sabía que debía tener mucho cuidado al tratar con el mago más poderoso de todos los tiempos.
-Katherine-dijo ella cautelosamente.-Ha sido...-no habían palabras- un gusto conocerte, Merlín-Entonces él tomó su mano, la besó, hizo una reverencia y siguió su camino.

Algo le decía a  Kathy que debía seguirlo. Si alguien podía ayudarla era él, pero debía acercarse cautelosamente. Después de todo sólo unos pocos conocían su secreto. Y debía contribuir a que así siguiera.

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