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Ocurrieron cosas sorprendentes durante la celebración presidida por el rey Uther.
Kathy solo recordaba que mientras servía el vino se escuchó la voz de Lady Helen y cayó en un sueño profundo junto a la mesa que servía. Cuando despertó se encontró con la hazaña de Merlin pues este había salvado la vida del joven que se había encontrado camino a su habitación. Resultó ser nada más y nada menos que el mismísimo príncipe Arthur. Algunas piezas no encajaban para Kathy pero era un asunto que resolvería después.
Ahora Merlín era un héroe, pero nadie conocía de su magia. Para todos solo era el torpe criado del príncipe.
Después de terminadas sus nada fáciles labores  Kathy se dirigió agotada a su recámara a descansar.
El día siguiente transcurrió normalmente hasta que llegó la tarde. Kathy tendría un tiempo libre hasta la cena. Escuchó que el príncipe salió con su criado. Sabía que su deber era acercarse a Merlín pero ansiaba salir de allí así que se dirigió al bosque. Se alejó lo más que pudo del castillo.
En ese paraje se encontró con un extenso lago. Hacía un día precioso, el sol brillaba y atravesaba el agua haciendo que se viera con claridad el fondo de aquel lugar. El aire soplaba y le llevaba un aroma a lavanda asombroso. Kathy no resistió la tentación y se despojó de toda su ropa y se adentró en el lago.
El agua fría se sentía genial. Mejor que cualquier bañera del castillo. Kathy nadaba y se sentía sus anchas en aquel paraje desierto. Su desnudez no le molestaba en lo absoluto hasta que sintió voces que se acercaban cada vez más ,provenientes del bosque. Kathy no lo pensó dos veces se sumergió en el agua y adoptó su firma animaga.
Cuando salió a la superficie ya era una cierva. Estudió con atención el área y le pareció que otra vez estaba sola. Salió cautelosamente del agua todavía en su forma animaga. Caminó por la orilla del río calmadamente a recoger sus ropas cuando de repente una flecha salió de entre los arbustos y se clavó en el árbol donde Kathy había colgado sus ropas. Rápidamente la chica en forma de ciervo tomó su vestido y se alejó corriendo tanto como sus cascos se lo permitían.
Escuchaba que la perseguían y continuaba esquivando las flechas Cuando al parecer habían tirado la última flecha una de estas le atravesó el pecho. Iba saltando una enorme roca cuando esto sucedió. Cayó a al otro lado de esta y retomó su forma humana mientras seguía agonizando.
El cazador era el príncipe Arthur y venía ayudándole su sirviente, Merlín.
Cuando el rubio vio que había capturado a su presa mandó a su criado a trarérsela y cuál fue la sorpresa de este al encontrarse con la chica de la cocina tirada en el suelo con una flecha atravesábdole el pecho mientras se cubría con unos harapos su cuerpo desnudo.
El primer instinto de Merlín fue romper la flecha y tirarla lejos de allí para que Arthur no sospechara. Se acercó a ella ,le miró a los ojos y le
tomó la mano. El joven mago utilizó sus poderes para trasladarla detras de otro arbusto lejos de allí. Todo sucedió muy rápido.
-¿Y bien?-preguntó Arthur con los brazos en jarras- ¿Dónde está?
- Ah, se refiere a el ciervo solo... Escapó
-¡¿Pero serás tonto, Merlín?! Como es que...
-Espere...-dijo Merlín-He escuchado un pedido de auxilio-Solo era su estrategia para socorrer a Kathy sin que Arthur sospechara.Corrió hasta el arbusto donde había escondido a la chica anteriormente. Ambos se sorprendieron, Arthur por ver a la chica  ensangrentada y Merlin porque estuviera completamente vestida.
Arthur corrió hacia ella, la tomó en brazos y lo montó en su caballo. Enseguida llegaron al castillo y la llevaron con Gaius.
El medico le pidió a Merlín que lo asistiera pues tendría que operarla. Arthur solo se limitó a esperar.

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