Capitulo 17

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—Me alegra saber que ya se llevan bien—comentó Josh desde su computador—no sé cómo hubiera sido esto si siguieran peleando. Lo que me sorprende es que sigas con Selena Zac, no sé si yo podría.

—Gracias por tu aportación a mi vida privada, Josh—dijo Zac sin despegar su mirada del monitor—ahora, ¿podrías pasarnos el archivo que te pedimos?

—Sí, sí, estoy trabajando en ello. Aunque enserio Efron ¿cómo fuiste capaz de dejar ir a está mujer? —me señaló sonriendo—mírala es la más guapa e inteligente.

—Josh, el archivo—presioné no sin antes reírme.

—Que sí, ya lo estoy enviando. Listo—Dio click fuertemente—ay que idiota, no lo adjunte. Esperen lo envío de nuevo.

Zac aventó la pluma que tenía entre los dedos y suspiró, yo volví a reír. Los dos hombres con los que estaba en la sala de juntas nunca habían sido lo que se dice amigos, pero para mí Josh era de las mejores personas que conocía aún con sus malos chistes y sus comentarios absurdos.

—Iré por un café mientras logras enviar un simple correo—dijo Zac poniéndose de pie—¿Vienes Vanessa?

Miré a Josh y le hice una seña de que ignorara a Zac mientras me levantaba de mi asiento.

—¿Quieres algo de la cafetería? —le ofrecí.

—Gracias amiga Vanessa, una coca cola estaría bien—sonrió y me guiñó el ojo.

Caminé al paso de Zac haciendo sonar mis tacones.

—¿Se puede saber que tienes? —me preguntó mientras presionaba el botón del elevador—llevas dos semanas muy rara, desde la vez del restaurant con Selena.

Espere al entrar al ascensor para responder, por suerte éramos los únicos.

—Nada—suspiré—pienso un poco similar a Josh.

—Yo también lo pienso a veces—susurró para sí mismo pero alcancé a escuchar por lo que quise cambiar orientar la conversación rápidamente sin saber exactamente a qué se refería.

—Quiero decir, Selena es tu novia y la dueña de esto—hice un circulo con mi dedo índice—le arruinaste la empresa y aún no le has dicho quién soy.

—Sí sabe quién eres, pasa—salí del ascensor y al escucharlo decir eso sentí un escalofrío recorrer mi piel—bueno en parte, sabe que fuimos juntos a la universidad y que ahora somos amigos.

Rodé los ojos pero a la vez mi cuerpo descansó, aunque presentía que los tres estábamos tratando de llevar una farsa solo por el bien de la empresa, pero eso no quitaba el hecho de que ellos dos siguieran juntos.

—Un expreso—pidió en la barra—¿tú quieres lo de siempre? —Asentí—un latte con un shot de cereza sin azúcar y leche de soya.

—¿Seria todo? —preguntó la chica detrás de la barra.

—Y la coca de Josh—interferí sonriendo.

—Ah sí, la coca de tu amigo—se quejó Zac y procedió al pago de los productos.

—No entiendo cómo lo aguantas—continuó mi ex novio mientras caminábamos a los elevadores de regreso—a mí me desespera.

Me encogí de hombros.

—Es súper agradable y desde que llegué se portó muy lindo conmigo. Tú porque eres un amargado.

—Eso es porque le gustas—enchuecó los labios y yo rodé los ojos—así era con Nikki pero ella se casó con Ian, Josh no era su tipo.

Del amor y otros negociosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora