Capítulo 29

365 14 7
                                    


Me comía una dona de moca acompañada de un café, cortesía de Miley por ser viernes. Teníamos programadas muchas juntas y me dijo era la mejor forma de sobrellevarlas, con lo cual concordaba.

Para esas sesiones el día anterior tuvimos que salir tarde a causa de terminar unos reportes, Hilary ya me odiaba por haberla dejado dos días sola en el gym y el jueves no hizo más que reclamarme por haber usado a Selena para que me llevara con Zac.

—Eso no se hace—dijo mientras comíamos—no puedes usar a la ex novia de tu novio te lleve a verlo.

—Ay Selena y Zac ya no son nada—intervino Miley—además sabemos que Selena es toda buena, ¿no?

—Bueno, allá ustedes con su karma—finalizó—por cierto, me abandonaste en el gimnasio.

—Y hoy también lo haré—comenté mordiéndome el labio y ganándome su mirada—Anne y Selena quieren unos reportes para mañana y no los he terminado. —Me excusé—pero mañana sin falta.

—Olvídalo, es viernes. Los viernes no se va al gym. ¿Sábado?

Le iba a responder que sí, pero recordé que Paola me pidió hablar ese día porque se había enterado de lo de Austin y quería que le contara por mi qué había pasado y que ella me diría qué planeaba hacer la familia de él.

Así que negué con la cabeza y le expliqué la situación.

—Pero el lunes sin falta—acordé.

Sus ojos avellana me miraron con reproche pero creyó en mi palabra.

Así que ahora viernes nos preparábamos para esas juntas y fue a las 10:50 que tomé lo que me faltaba de café y me dirigí a la sala de juntas de la oficina de Selena.

Como siempre le aparté lugar a Miley y a Josh, el último llegó 5 minutos después que yo y mi amiga, como siempre, un minuto antes. Hilary estaba sentada con su equipo de RH pero nos saludó con una sonrisa.

Selena apareció a las 11 en punto, siempre me admiraba su profesionalismo y lo bien que se veía aun cuando yo sabía que acababa de llegar de Santa Bárbara. A Miley seguía sin agradarle por lo que le respondió con una cara cuando comenzó a hablar.

—Muchas a gracias a todos por tomarse el tiempo de estar aquí—habló desde su stand con micrófono.

—Como si tuviéramos otra opción—respondió Miley cruzándose de brazos.

La reunión no duró más de 30 minutos, tiempo en el que habló de un programa de entrenamiento físico al que se había comprometido la empresa para mejorar la salud de los empleados, así como de los resultados en el último trimestre, enalteciendo los logros de Zac y míos sin decir nombres, para terminar anunciando que próximamente habría cambios en la organización pero estaría avisando a su respectivo tiempo.

—Ay entonces para qué dice—se quejó mi amiga.

Salimos de ahí con orden, para dirigirnos ahora a la sala que Anne siempre tenía apartada para nosotros.

—No entendí, ¿a fuerza tenemos que hacer ejercicio y poner los logros? —preguntó Josh mientras caminábamos.

—Obvio yo no lo haré—respondió Miley—le importa que su empresa esté en las más reconocidas, nuestra salud le vale. Más la de V, que yo creo desea que muera.

La miré con desagrado, no me gustaba tocar esos temas frente a alguien más.

—Es cierto, ¿ya volviste con Efron? —Quiso saber mi amigo—¿Por qué Selena no te ha despedido como a él?

Del amor y otros negociosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora