Capitulo 8

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Con la laptop debajo del brazo y un café en la mano, empujé la puerta de la sala de juntas para reunirme con Nick y Josh para trabajar en el caso de un cliente.

—¿Esperamos a Zac? —preguntó Nick

—No, me dijo no podía asistir—respondí después de dar un trago a mi café—¿comenzamos?

Nick parecía molesto de que le hubieran quitado a su equipo, maldito Zac si el pleito era conmigo por qué tenía que llevarse otras áreas de por medio, precisamente por eso no lo había invitado a la reunión, no quería tenerlo cerca y si él afirmaba que tanto Nick como yo podíamos sin gente en nuestro equipo también podíamos hacer las cosas sin él.

Pasamos aproximadamente hora y media redefiniendo productos y eficientando procesos de logística hasta que toda la gente fuera de la sala comenzó a levantarse.

—¿Qué está pasando? —pregunté inquieta

—¿No revisaste tu correo? —preguntó Josh intrigado.

Negué con la cabeza, tenía varios pendientes, sobre todo los de Comunicación Interna.

—La hija prodiga ha vuelto de Canadá—continuó y lo miré sin entender—Selena, ¿la hija del dueño? ¿la novia de Zac? ¿La que estaba estudiando su MBA afuera?

—Sí, sí ya entendí— le respondí sintiendo un frio recorrer mi espina dorsal—¿Qué con ella?

Josh rodó los ojos

—Pues mandaron un correo, viene a dar una plática, pero dicen las malas lenguas que será la nueva presidenta de la compañía. Y suponen a ella sí la tendremos aquí día y noche, no como a su padre que delegó todo a los directores. Por Anne no hay problema lo hace perfecto, pero creo que esta niña viene a colgar sus grados en la oficina principal. Y bueno, no me extraña que Zac tenga más sueldo próximamente.

Genial lo que me faltaba. Si antes Zac era odioso ahora con la noviecita ahí como presidenta sería tres veces más.

Hice dos rayones en el cuaderno donde estaba escribiendo los puntos principales de nuestra reunión ganándome la mirada Josh.

—¿Todo bien?

Sonreí falsamente al verlo.

—Sí, Josh. Estoy aterrizando mis ideas.

—Me adelanto a la plática de Selena—comentó Nick al ver que ni Josh ni yo nos movíamos de nuestros lugares—¿seguimos con la junta más tarde?

Suspiré y bajé con fuerza la tapa de la computadora, seguí a los chicos hacia la sala principal en la oficina de Presidencia. La veía diario pero nunca había movimiento dentro, así que parecía este día sí era muy especial.

Entre a la sala y me senté junto a Miley, comía manguitos enchilados y no tardó en ofrecerme uno el cual acepté.

No tenía idea cómo era Selena, me habían comentado era bonita y Hilary comentó alguna vez "Tenía un aire parecido a mí", pero la ignoré complemente, me ponía de malas escuchar la vida de Zac y su relación con la hija del dueño. No sé qué pretendían al contarme, celos no me daban, coraje tal vez sí, porque Zac tuviera el puesto que tenía solo por la influencia de su familia política y no por sus méritos. Pero igual prefería hablar de otras cosas a la hora de la comida.

Vi a Zac entrar a la sala, vestía de traje y había peinado su cabello diferente, se sentó en la segunda fila y saludó a la gente que estaba a su lado. Comencé a romper una servilleta, justo como la primera vez que lo vi en Einfuhr, sentí como Miley tomaba mi mano para que me tranquilizara.

Del amor y otros negociosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora