Del amor y otros negocios

Epílogo

—Me alegra que al final lo hayan logrado—comentó Selena con una copa de champange en su mano—No me gusta que se vayan de Solik ahora que está por empezar operaciones en Europa pero de verdad los felicito.

No estábamos en Suecia, ni en San Diego. Santa Barbara tampoco era el escenario de ese día. Nuestra locación era Vancouver, ciudad a la que ambos decidimos mudarnos a expandir nuestra empresa de cafeterías-oficinas que habíamos iniciado dos años después de llegar a Solik.

La idea surgió cuando más gente ingresó a la compañía y como modelo de ahorro no quisimos rentar más espacio así que decidimos que trabajaran en su casa y fueran a la oficina cuando ellos decidieran o requirieran. En una cena entre Zac y yo imaginamos la idea de crear oficinas alrededor de la ciudad donde la gente pagara por hora, tuviera accesos a cafés, almuerzos, comidas y también a un espacio cómodo para trabajar.

Invertimos nuestros ahorros en la primera sucursal, la cual al año nos permitió abrir la segunda. Selena y Zayn decidieron invertir, pero nos pidieron no dejar Solik hasta que se tuviera una estructura más sólida. Lo que se logró dos años después cuando ya teníamos 5 sucursales por varios puntos de California que ya se administraban solos.

Así que ahora celebrábamos la inauguración de nuestra casa en Vancouver y de la primera sucursal fuera de Estados Unidos. Se encontraban mis amigos, los nuevos y los antiguos

—Que grande está Hannah—expresé después de ver a la hija de Miley y Liam correr.

—¿Verdad que sí? Ya no quiero que crezca tanto—expresó Miley.

—Desde su boda no la veían, ¿verdad? —recordó Liam

—Sí, casi tres años—respondió Zac

—¿Y ustedes aún no tienen planes? —preguntó Hilary.

Zac y yo nos miramos y sonreímos.

—Posiblemente el próximo año—respondí—es la pregunta que todos nos hacen, pero primero queríamos consolidar bien todo esto y adaptarnos a Canadá.

—Pido ser madrina—aplaudió Miley.

Negué con la cabeza riéndome.

—Stella y Dylan ganaron esa categoría.

—Pff, todavía que no nos dejaste ser damas en tu boda, nos quitas el apadrinamiento de su hijo, gracias a nosotras—señaló a Hilary— es que volvieron a estar juntos.

—En realidad fue gracias a mí—intervino Selena acercándose al grupo—pero no hablaré de eso.

—Sí, Sel, lo dijiste en la boda—dijo Zac en tono de burla—pero no te preocupes que en la suya también diremos como ayudamos a Zayn a conquistarte.

La morena rodó los ojos. Su mano lucía un hermoso anillo acorde a su posición social y a la de su prometido. Se casaban en dos meses, pero nadie de Einfuhr estaba invitado, considerando que Selena había dejado la presidencia 2 años atrás para dedicarse a Solik con Zayn y Taylor.

—Obvio no planeaba que me invitara a la boda—dijo Miley cuando le llamé para contarle el chisme—Y si fuera tú yo no iría, después de que en tu boda contó toda la historia de Zac y ella.....

Pero claramente íbamos a estar ahí, porque en algo sí tenía razón y era que gracias a ella nosotros estábamos juntos tanto como esposos como socios.

Ese era el resumen de los últimos 5 años: Miley y Liam habían tenido una niña, Selena y Zayn se habían comprometido, la primera había dejado la presidencia de Einfuhr. Hilary salió con el chico del gym por un año y con otros tres en los años consecutivos, ahora parecía interesada en alguien, pero realmente le gustaba su soltería. Stella veía toda la logística de alimentos en nuestra empresa, también estaba en planes de casarse.

En cuanto a Zac y a mí, vivíamos felices y tranquilos.

—Un día nos casaremos, seremos empresarios, tú llevarás toda la parte analítica y yo las sociales—había dicho Zac 13 años atrás un día saliendo la universidad.

—Y seremos tan buenos que nuestro negocio se expandirá fácilmente por Estados Unidos y después abarcaremos el mundo—soñaba a su lado.

No habíamos conquistado el mundo, pero solo era cuestión de tiempo para cumplir lo que tanto habíamos anhelado porque lo principal ya estaba que era estar juntos.