Capítulo 5

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OMNISC.

Regresó Evie por algo que había olvidado y Justo alcanzó a escuchar esta conversación de sus amigas.

Evie también sentía esa corazonada, pero no había querido hablar de ello con Mal, no quería preocuparla, ella también presentía que algo malo pasaría, pero debía tratar de no preocupar a nadie más. Ella sabía que su descendencia traía un castigo grande sobre Auradon, y más ahora que el mal podía entrar sin ninguna clase de permiso. Por eso tenía qué alejarse lo antes posible, mostrar desinterés por este lugar.

Porque el mal siempre iba en contra de los buenos, y el reinado pronto caería en manos de su mejor amiga.

Evie observó por unos minutos el espejo que su padre le había obsequiado, ni siquiera ella sabía qué debería hacer con él. Hace bastante tiempo que ya no tenía su espejo en el poder y ahora tenía uno nuevo. Pero debía negarse a abrirlo, porque sería el primer portal del mal y ella estaba más que consciente de ello.

—¡Evie, debemos irnos!

—¡Bajo en seguida, sólo dejen tomo mi bolso! —respondió Evie guardando el espejo en un cajón de su tocador nuevamente.

[...]

Las chicas entraron a clase. Mal se sentaba al frente cuando estaba con Ben, pero cuando se trataba de sus amigos se sentaba hasta atrás, hoy no era la excepción. Mal y Evie se sentaron en el medio, hasta atrás del salón en un escritorio para dos.

Doug estaba sentado siempre al frente. Bajó la mirada en cuanto vio a Evie entrar, había pasado una noche triste: quería hablarle, quería saber cómo estaba, quería abrazarla, que supiera que después de lo que le dijo no importaba si solo fueran amigos, con tal de tenerla cerca.

—Hola —hablaba Doug con una dulce voz.

—Hola Doug —repondió Evie nerviosa.

—¿Cómo estás?

—Estoy bien, gracias. Tú, ¿cómo estás?

—Sé lo que dijiste ayer pero...

—Doug.

—No tienes que decir nada—interrumpía él— Sólo quería decirte que aquí estoy para ti, sin importar lo que haya pasado. —Se le cortó lo voz y no pudo decir más, dio la vuelta y se fue a su lugar, sin esperar una respuesta de la peliazul.

Quizá Evie se hacia la fuerte e intentaba hacerse la indiferente, pero sus bellos ojos cafés al final del día terminaban delatando su hermosa alma. Y Doug, después de Mal, la conocía más que nadie.

POV EVIE

Me congelé cuando vi que Doug venía hacía mí. Luego me saludó y no sabía cómo reaccionar, por suerte solo me escuché regresarle el saludo espontáneamente.

Seguía sintiéndome horrible, lo único que ocupaba era abrazarlo y besarlo, saber que todo estaría bien, lo necesitaba tanto en mi vida. Pero después recordé lo de un día antes y todo se desvaneció. Sentía que ya había perdido el derecho a cualquier cosa que tuviera que ver con él. Por más que me doliera, por más que lo necesitara más que nunca, lo había dejado ir.

Doug se dio la vuelta para ir a su lugar, no pude alcanzar a decir nada más y en seguida las lágrimas no tardaron en salir.

—Hey, Ev —escuché a Carlos girándose para hablarme—. ¿Estás bien?

—Sí —respondí con un nudo en la garganta.

—Ánimo Ev, aquí estamos para ti —dijo Uma agarrándome la mano.

Ya todos sabían que había terminado con Doug, anoche me llamaron para saber cómo estaba y les había contado. Pero sin dar muchos detalles, no podía terminar hablando por error algo de mi padre. Mal me miraba, sabía que seguía bastante afectada y triste.

OMNISC

Se terminaron las clases, Evie salió apresurada: quería tomarse un tiempo a solas. Llegó a su castillo tan pronto como pudo, y sin oportunidad de que alguien la detuviera. Fue directo a su oficina, se sentó en la gran silla de su escritorio, subió los brazos sobre este último y los cruzó, recargando su cara por último en ellos. Respiró profundo e intentó pensar en alguna distracción.

Pero no podía, sabía que su padre regresaría y muchas cosas se vendrían abajo pronto.

—Luces algo desanimada.

Ahora Evie levantaba la cara frunciendo el ceño, ella sabía muy bien de quién se trataba esa voz.

— ¿Sabrina? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? —habló Evie en tono extrañado.

—Pensé que estarías feliz de verme.

—Sí, es sólo... que tengo la cabeza en otras cosas.

—¿Me vas a decir que no me extrañaste? —para esto Sabrina ya se había acercado a Evie y la abrazó.

—¿A qué has venido? —soltó Evie.

—Te extraño, vine a ver cómo estabas. Ahora ya no hay barrera ni Mal que nos aleje —Sonreía Sabrina. Y cuando dijo Mal, Evie aun dudaba de en qué sentido debería tomarlo.

—Sabrina, si Mal sabe que estas aquí ella no reaccionará muy bien —explicó Evie.

—Evie, yo he cambiado, ya no soy la misma de antes, estoy dispuesta a pedirle perdón a Mal y hacer las cosas como se deben —habló Sabrina, pestañeando con esos grandes ojos azules.

Flashbak

Estaban aprendiendo a usar espadas en la clase del capitán Garfio, pero alguien estaba celosa de que toda la atención de Evie la tuviera otra; esa otra era Mal y esa persona celosa era Sabrina. Ella sabía que ellas dos eran mejores amigas desde la cuna, pero Sabrina siempre había querido toda la atención de la linda chica para ella sola: Evie era la única que la trataba bien. Sabrina era muy maldosa y cruel con los demás. Evie estaba feliz de ser amiga de ambas, aunque claro estaba que siempre se llevó mejor con Mal, pero a pesar de ello intentaba ser una buena amiga para Sabrina, las tres crecían en la misma casa y siempre tenían que convivir. Mal por otro lado, tenía el mismo sentimiento de odio por Sabrina. Sabrina no simpatizaba realmente con nadie.

Mal y Evie eran inseparables, por ende, una tendría que quitarse del camino para recibir todo el cariño para ella sola.

—Ya está todo listo, Gil. ¿Cuándo te dé la señal...?

—Empujo a Mal al agua —terminó Gil la oración.

—Al fin me podré deshacer de ella y tendré a Evie para mí sola. Mal se ahogará en cuanto toque el agua, eso si no es devorada por los tiburones antes.

Mientras participaban en la clase de espadas Gil se puso a lado de Evie y Mal, cuando Sabrina dio la señal Gil se tropezó, aventando a la chica equivocada al agua.

—¡Evie! —gritó Mal viendo por la borda.

Por suerte Evie sabía nadar y cayó cerca de la orilla.

—¡¿Qué te sucede?! ¡Se suponía que sería Mal, no Evie idiota!

—¿Pero qué mierda acabas de decir Sabrina? —preguntó Mal, seguido por un puñetazo directo a la cara de Sabrina tumbándola al piso.

—¡Mal basta! ¡Detente! —gritaba Carlos.

Carlos detestaba que las personas pelearan, a pesar de que fuera de esperarse en la Isla.

—Esta pendeja me quería aventar a mí.

—¿Querías aventar a Mal sabiendo que no sabe nadar y hay tiburones? —decía Evie frunciendo el ceño y escuchando luego de subir de vuelta.

Evie estaba que ardía del coraje, se enojó bastante al escuchar eso, ella siempre había estado para Sabrina, hasta ese día en el que supo que realmente era "mala" e intentó hacerle daño a Mal. Desde ese día Evie cambió su manera de ser hacia ella y decidió alejarse, por suerte habían sido los elegidos para irse a estudiar a Auradon, era su excusa perfecta para ya no tener relación alguna. Pero, Sabrina jamás le perdonaría esto; ni a ella, ni a Mal.

Fin del flashback.

La Descendencia del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora