La Descendencia del Mal

Capítulo Final 1/2

Sabrina había despertado y con ello las esperanzas habían regresado y la alegría de la mano de ello.

Los personajes habían llorado, habían sufrido, se habían herido, habían estado en problemas, habían peleado, habían hecho el mal, pero a cambio de todo lo anterior habían emprendido un viaje a convertirse en lo que ahora eran.

Justo ahí estaba ahora el gran mensaje el perdón y el amor en vosotros, porque no había más, nada más después de todo aquello.

Y sólo podemos tener muy grabado lo siguiente:

"Que nunca te abandonen el amor y el perdón, llévalos siempre y escríbelos en el libro de tu corazón".

La ojiazul empezaba a despertar de aquel sueño en el que había tenido pesadillas y no pudo darse un mejor golpe con la realidad. Sonreía después de poder ver la habitación inundada de globos de colores, flores y muchos osos de peluche con mensajes de salud y bienestar para la rubia.

—Buenas días dormilona. —Mal se acercó para dejar un beso en la mejilla de ésta.

—Hola —decía Sabrina con una enorme sonrisa en su rostro al verla ahí.

—Sabrina, ahora que despertaste y veo que estás mejor, me gustaría pedirte algo —dijo Mal.

Sabrina frunció el ceño y después asintió.

—Claro, tú sólo dilo —dijo la rubia poniendo toda la atención en su hermana.

—Quiero pedirte que seas mi segunda dama de honor en mi boda. —Sabrina no pudo evitar quedar en silencio unos segundos, y Mal la miraba fijo esperando una respuesta de su parte—. Y bien, ¿qué dices? —preguntó temiendo ahora la respuesta.

—¡Sí!... ¡Por supuesto, sí! —Sabrina estaba muy emocionada y conmovida, tanto que empezó a lagrimear.

Y ahora Mal celebraba y la abrazaba, cuando de pronto entró Evie.

—¡Hey, hola! —saludaba Evie con una gran sonrisa—, ¿ya le dijiste?

Mal negó con la cabeza, y Sabrina miraba con sospecha a Mal.

—¿Decirme qué? —preguntó Sabrina emocionada al ver el rostro de ambas chicas. Evie se acercó a Sabrina y Mal—. ¡Ya hablen!

Mal tomó por las manos a Sabrina.

—Me gustaría pedirte otra cosa hermana.

Evie comenzó a sonreír y Sabrina observaba a ambas con cautela.

—¿Qué cosa?

—Nos gustaría que vinieras a vivir aquí con nosotras —dijo Mal muy feliz mientras la peliazul recargaba su hombro en Mal.

—¿Qu-que yo qué?

—¡Que vengas a vivir con nosotras a Auradon! —Evie no se contuvo y exclamó de nuevo las palabras de Mal—. ¿Te gustaría?

—Y-yo —Sabrina tartamudeaba—, pe-pero ¡claro que sí!

La ojicafé se lanzó sobre Sabrina muy emocionada, haciendo que Sabrina diera un movimiento brusco.

—¡Aush! —se quejó Sabrina.

—¡Dios mío, discúlpame! —dijo Evie asustada.

—No, no, estoy bien. —Sabrina le sonrió.

Uma venía entrando con Harry, a quien Uma traia cargando dos docenas de flores y globos , llamando la atención de las chicas.

—¿Cómo sigue la princesa? —habló Uma con una gran sonrisa.

Las chicas sonrieron.

—¡Hey, hola! —Sabrina le devolvía la sonrisa.

Uma se acercó y le dio un gran abrazo a la chica.

—¡Eh! Uma —hablaba Harry haciendo señal de las flores.

—Ahh... Ponlas por ahí —mandó la morena.

Evie aprovechó que había llegado Uma para hablar con Mal.

—M —pedía Evie su atención—, necesito hablar unas cosas contigo.

Mal asintió y entonces salieron de la habitación.

—¿Qué pasa Ev? —preguntó Mal.

—No sé cómo vayas a tomar esto —Evie hablaba con cuidado—, pero he decidido volver a Greyca .—Mal levantó el ceño y permaneció en silencio, esperando que la peliazul continuará—. Yo no he estado mucho tiempo allí, pero a lo poco o mucho que vi hay mucha gente que necesita de mí, y como sea que haya pasado todo...

—Es tu pueblo —completó la ojiverde. Evie asintió—. Lo sé Ev, yo entiendo eso que me dices, también lo vi al estar allá y creo que estás tomando una desición muy buena por toda esa gente. —Mal la tomó de la mano en forma de apoyo y le sonrió— Evie sé que no podrán tener una mejor reina que tú, así que cuenta con mi apoyo incondicional para cualquier cosa que necesites y para ayudar a esas personas.

Evie sonrió muy feliz al ver la actitud de su mejor amiga.

—Te amo, M.

—Y yo te amo más a ti.

Y entonces se dieron un abrazo muy fuerte.

—M..

—¿Qué pasó E?

—Me siento muy feliz de saber que no estarás sola, pues ahora Sabrina está aquí y sé que podrán recuperar el tiempo perdido.

—Lo sé E, me siento igual de feliz y ahora que sé que mi hermana es una princesa haré lo posible por encontrar a su familia, ellos deben saber que Sabrina existe y que vive.

—Y cuenten con mi apoyo para lo que sea.

Final

Los días pasaron y todo estaba listo trompetas, pasteles, manzanas, comida, rocas peludas y los peces grandes no faltaban nuevamente, pues había una gran celebración la cual festejar hoy y era la grandiosa boda de Mal y Ben.

Evie se dirigía a buscar a Mal a su habitación, ya arreglada, para terminar de poner aún más hermosa a Mal.

—¡Mal! ¡¿Estás ahí?! —dijo Evie mientras se inclinaba en la puerta para ver si había algún movimiento de ruido, cuando la puerta se abrió—. Mal —Evie observaba en la habitación, intentando poder visualizar a la ojiverde. Al cabo de unos minutos pudo ver una silueta recargada a lado de la cama— ¿Mal? —Evie enseguida notó que era la pelimorada y corrió a verla—. Mal, ¿qué sucede?

—Ev. —Mal tenía los ojos llenos de lágrimas—, No sé si pueda hacer esto.

—Mal trata de calmarte —dijo Evie, mientras miraba a Mal quién estaba temblando, Evie le sirvió un poco de agua y Mal la bebió. Una vez tranquila—. Mal, dime qué tienes.

—Esto de volverme la esposa y reina de Auradon me tienen muy nerviosa, E. ¿Qué pasará si llego a fallarle a alguien o inclusive a Ben? Jamás me perdonaría algo así.

—M, es normal que sientas esto, son los nervios del momento, estás a punto de contraer matrimonio con un rey —dijo la película mientras abrazaba a Mal—, pero si algo te tiene que mantener aquí hoy es el que tú lo amas y él te ama. Ustedes son el uno para el otro, y estoy segura que para mañana tú estarás felizmente casada y más que feliz —Mal se intentaba secar las lágrimas, aún mantenía la mirada baja—. Pero una cosa sí te prometo, si te casas y esto no llegara a funcionar, te digo ahora que aquí estaré para apoyarte en cualquier decisión que decidas. No importado donde esté.

La ojiverde le sonrió y después la abrazó muy fuerte.

—Gracias Ev, te amo —dijo Mal.

—Te amo más —contestó Evie— ahora terminemos de arreglarte, no puedo esperar más para verte con ese vestido de novia.