La Descendencia del Mal

Capítulo 12

—¿Hey? —interrumpía Evie a Sabrina—. ¿Todo bien?

Sabrina había regresado al castillo y estaba en la sala sentada y muy pensativa.

¿Era acaso que el diario de Evie algo le había removido algo?

—Hey, sí. Sólo que pienso en el tiempo que ha pasado desde que éramos tan solo unas niñas y jugábamos...

—Wow eso es... muy triste y más luego de que casi me matas en lugar de a Mal. —Se río Evie.

Sabrina asintió con seriedad mientras miraba los mechones negros de Evie.

—Iré por mi abrigo, en seguida regreso y nos vamos. —Evie le giñaba el ojo y luego se iba.

Minutos después apareció la pelimorada justo a lado de Sabrina, y su expresión no lucía para nada feliz.

—Muy bien, quiero que me digas qué es lo que estás tramando y dímelo ahora mismo. —Mal se cruzaba de brazos viéndola fijamente.

—¿A qué te refieres, Mal? —Sabrina fingía demencia.

—No seas cínica. Has estado muy cerca de Evie estos días y te conozco como a la palma de mi mano. —Mal se inclinó frente a la ojiazul para verla directamente—. Si me entero que lo estás haciendo sólo para causarle un mal a Evie o a alguien más...

— ¿Tú, crees que le haría un mal sabiendo que ya la está pasando mal después de lo de su padre y de lo de Doug? —la interrumpió Sabrina, y el rostro de Mal cambiaba de expresión.

—Eso tú... ¿tú, cómo lo sabes? —Mal quedó perpleja.

—Porque Evie me contó todo. Hemos estado más cercanas que nunca últimamente, y ha tenido la confianza para contármelo todo. Desde la vez que Doug vino a buscarla, ¿recuerdas? Mientras tú andabas ocupada buscando a tu querido principito con el que te vas a casar. —Sabrina tenía algo de razón en lo que decía y Mal estaba consciente, no tenía mucho tiempo para Evie últimamente—. Así que por qué no te quitas del camino y te concentras en lo único que se ve que te importa más: que es tu futuro esposo y rey. Al fin y al cabo pronto serás su reina y menos podrás estar para Evie.

—Tú no sabes nada Sabrina —decía Mal ya afectada y dándole la espalda a su hermana.

—Tú eres la que no piensa en nadie más que no seas tú, y en cómo el mundo gira alrededor de ti.

—¿Ahh? —Mal estaba más confundida, no sabía ni cómo reaccionar a esto y se giró viéndola de nuevo con ambos brazos cruzados.

—¿Te ofreciste a abandonar tu reinado para así poder acompañar a tu amiga, sabiendo que esta decisión de reinar en el mal es algo que puede afectarle? Déjame responder por ti: no. No lo hiciste, claro que no te ofreciste, ni lo pensaste.

"Por supuesto que Evie le dijo todo esto, no habría otra manera de saberlo", pensaba Mal.

Evie regresó encontrándose con ambas chicas. Mal tenía los ojos llorosos.

—Hey, M —Evie sonreía de lado a lado al ver a su amiga. Mal volteó y Evie puso cara de preocupada al verla—. ¿Qué tienes?

Evie se acercó a Mal y la tomó de las manos, tal y como siempre lo habían hecho antes. Pero esta vez Mal observó algo distinto en la mirada de Evie.

—Nada Ev. —Mal se limpió las lágrimas antes de comenzar a salir—. Es solo que me causa nostalgia algunas cosas, pero no te preocupes, estaré bien, sólo es uno de esos días en los que te sientes así por nada importante. —Mal intentaba sonreírle a su amiga con todo el dolor encima.

—Mal estábamos por salir, pero si quieres me quedo contigo y platicamos. —Evie no separaba la vista de su amiga, mientras Mal mantenía la mirada baja.

En aquel momento era como si Evie estuviese ahí, pero muy dentro de la Evie que estaba frente a los ojos esmeraldas.

—No, no. Vayan, después platicamos —dijo Mal viendo a Sabrina.

—¿Segura? —preguntó la peliazul.

— Segura. Iré a arreglar unas cosas y nos vemos más noche, Evs.

—Mal, sabes que te amo y aquí estoy para ti siempre.

Mal asintió y le sonrió de una forma tan rota y forzada a su mejor amiga.

—Te amo más.

Evie y Sabrina salieron. Mal miró que cruzaron el marco de la puerta y se le salieron las lágrimas a chorros.

¿Cómo fue que ahora Evie confiaba tanto en alguien más que no fuera al menos Uma?¿Ahora Sabrina la acompañaba a todos lados?
Y es que, Evie le hizo jurar que no diría a nadie y al final, ¿le terminó contando también a Sabrina? ¿Ahora Evie ya no confiaba realmente más en ella? ¿Mal la había abandonado por su próximo casamiento y corona? ¿La amistad de ambas había terminado?

POV SABRINA

No tengo idea de dónde me salió todo eso que acababa de decirle a Mal, menos mal Evie no apareció y escuchó todo lo que le dije, me hubiera expuesto y hubieran sabido que hurté su diario. Debo admitir que el ver la cara de mi querida hermanita me causó algo no tan placentero. Cuando menos imaginé, le acababa de soltar todo y la cara de Mal me hizo sentir algo que ni siquiera sé cómo explicar, pues nunca lo había sentido antes, ni por ella, ni por nadie más.

—Me siento preocupada por Mal. La vi muy triste, sé que algo le pasaba, aunque no quiera decirme.

Al oír a Evie decir esto solo tragué seco.

—Quizá debas hablar tú con ella.

—¿Estás loca? A la última persona a la que Mal le contaría algo sería a mí.

—Sé que no se han llevado desde los 8 años, pero Mal es muy buena persona, Sabrina. Realmente nunca entendí que pasó.

Flashback

—¡¿Quién chingados mojó mi libro?! —gritaba Maléfica —¡Mal! ¡Sabrina! ¡Vengan acá ahora mismo!

Ambas niñas lucían asustadas. El libro de hechizos de maléfica estaba empapado.

—¿Nadie va a responderme? —Maléfica volteó a donde había agarrado su libro y notó una pistolita de agua, y cuando la observó bien se dio cuenta de que le pertenecía a Sabrina.

—¡Sabrina, te he dicho mil veces que te fijes donde dejas tus juguetes!

—Yo no fui mamá —decía la verdad.

—Y si no fuiste tú, ¿entonces quién? Mal, ¿sabes algo de esto? —Maléfica posaba sus verdes malévolos en su hija pelimorada.

Mal estaba muy asustada.

—Dile la verdad Mal...

Mal negó con la cabecita.

—¡Lo sabía! ¡Mi peor error fue sacarte de donde te saqué! ¡¿Es así como me pagas?! —Maléfica le dio una bofetada a Sabrina que la hizo caer al suelo—. Yo lo único que he hecho es cuidarte, darte que comer y donde dormir. Como si esto fuera tan sencillo en esta bazofia en la que vivimos.

Y desde entonces Sabrina dejó de llevarse con Mal. Varias ocasiones como estas se habían repetido, y como Sabrina era la adoptada, siempre le tocaban llevarse la peor parte.

Fin del Flashback.