La Descendencia del Mal

Capítulo 19

—Evie...

—¿Mal?

—Ev, hola.

—Mal, ¿qué haces aquí? Es peligroso.

—He venido por ti. —Mal le sonreía de lado a lado.

—No M, no puedo irme.

—Ev, no me iré sin ti.

—¡Vete Mal!

—¡No!

Evie hizo una clase de maleficio y después golpeó con el puño a Mal en la cara, haciéndola caer al piso y una rasgada en la mejilla de esta surgió al instante. Mal puso su mano en la mejilla donde había recibido el golpe y luego vio en su mano sangre.

Evie observaba sus manos, no podía tener control de ellas, ni de sus poderes; ahora había lastimado a su mejor amiga.

—¡Mal, tienes que irte! ¡No quiero hacerte más daño!

—No Ev, no sin ti. —Mal se acercó a Evie y esta última la tomó por el cuello, ahora la asfixiaba mientras la levantaba con una mano; Mal se estaba poniendo totalmente lívida.

—¡Evie, no! —gritó Uma horrorizada ante semejante acto.

—¡Bajala! —gritó Ben quien llegaba detrás del castaño, y el collar de Uma comenzaba a brillar.

Evie volteó y vio a Ben, Uma, Carlos y Jay.

—¡Evie, por favor! ¡No le hagas daño!

Evie miró pálida a Mal y la soltó en el aire, dejándola caer y azotarse contra la loseta de piedras. Volteó hacia el reflejo de donde estaba parada y miró su rostro. Este era similar al de la Reina Malvada, y se acordó también de su padre, era una clase de nueva creación ante el mal que ahora reinaba en ella.

"¿En qué me convertí?", pensó.

De pronto solo observaba la cara de sus amigos de desilusión y tristeza. Ya era tarde.

—La mataste —declaró Carlos y cayó cabizbajo, la escena de comenzaba a tornar gris.

Ahora todos ponían una cara de consternación y angustia; estaban perplejos por lo Evie había hecho.

—¿Qué ha pasado? —Doug corría hacía ellos había oido los gritos.

—Evie ha matado a Mal.

Doug se giró para ver a Evie, y puso cara de terror al verla; claro que aquella no era la chica de la que se enamoró.

—Yo... yo —Evie tartamudeaba.

—¿Cómo pudiste haberle hecho esto? Era tu mejor amiga, nunca te creí capaz de algo así. No quiero volver a saber de ti.

"Evie ha matado a Mal... Evie ha matado a Mal... Evie ha matado a Mal...", retumbó en su cabeza una y otra vez...

La ahora Descendiente del Mal se había sentado de un brinco en la cama con el corazón queriendo sobresalirse de sí, abriendo los orbes en aquel momento ligeramente marrones de par en par. Su respiración estaba agitada y sus ojos estaban humedos.

En aquel momento la habitación tenía una capa de tipo humo negro con rojo cubriendo por todos lados, la cual ahora se desvanecía después de que Evie notó que aquello había sido una pesadilla.

¿Qué había sido todo eso que soñó?

Y se levantó y fue directo al baño, donde con ambas manos se mojó la cara y seguido de esto las posicionó en el lavamanos y se vio al espejo que tenía al frente. Observó con firmeza y vio en lo que se había convertido, segundos después corrió, busco y tomó el espejo encantado en sus manos.