Capítulo 10

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Y por supuesto que la corona real y la capa no estaban aún colocadas en realidad aún sobre Evie. Pero ya se había corrido el chisme de que pronto sería una reina oficial.

A decir verdad, nadie tenía idea de cómo, ni dónde o cuándo, pero todos ya la imaginaban y miraban como tal. Además de que Evie lucía completamente diferente a hace un par de días, quizá semanas. Su rostro esbozaba una gran sonrisa de lado a lado, era como si realmente nunca hubiera ocurrido algo.

Por los pasillos de la escuela era inevitable no haberla visto caminar aquel día, todos se acercaban para saludarla.

En ese momento se miraba tan distinta que si se tratara del mal podría ser inclusive la envidia de todos y cada uno.

Comentarios y preguntas como: "¿Evie que te has hecho?". "Luces sensacional". "Me encanta tu cabello". Y la manera en la que todo mundo quería sentirse popular al estar al lado de ella era asombrosa. Inclusive, todos se sentían con la misma oportunidad de poder hablarle a la linda chica e invitarla a salir algún día. Después de todo ella ya estaba soltera y eso no pasó desapercibido ante aquella única y perfecta presencia de la reina Evie.

La única diferencia entre todo el drama que sucedía por los pasillos de toda la escuela, eran sus amigos cercanos, que no sabían de donde había salido esta nueva Evie, y qué era todo ese teatro que se estaba montando". Pero no era montado del todo, era real, en realidad nada era montado, la pronto coronación si pasaría, y estaba a nada de acontecer.

En ese momento solo prefirieron no decir nada y darle su espacio, creían que quizá esto era lo que necesitaba la peliazul para sentirse mejor y volver a ser ella.

Después de un rato Mal y Ben, quienes venían llegando junto con Jay, aparecieron a lado de sus amigos. Estos estaban más serios de lo normal y aquello fue algo que no pasaría desapercibido.

—Chicos, ¿alguien sabe dónde está Evie? —preguntaba la ojiverde luego de saludar a cada uno.

Todos intercambiaban miradas entre ellos.

—Oigan, ¿esa es Evie? —preguntó el castaño desconcertado.

Mal voltió y abrió los ojos como platos al ver a ¿Evie?. Y ni qué decir, se quedó anonadada.

—La noticia de que Evie heredará y será una reina está por toda la escuela —soltó Uma.

Mal ya iba hacia la peliazul al escuchar esto, y claro que también notaba una Evie completamente restaurada, era su mejor amiga, la conocía como nadie. Y entonces vio que Sabrina se acercaba a Evie y la tomaba del brazo. Mal se detuvo en seco y observó toda la escena: Sabrina le decía algo a Evie y ambas reían completamente felices.

—¿Esa es Sabrina? —mencionó Carlos completamente aturdido—. ¿Cuándo llegó?

Ahora con mayor razón iría a ver qué estaba sucediendo. "Pero claro que Sabrina algo se traía entre manos o algo sabía", pensó Mal mientras torcía la mandíbula en forma de enojo o, ¿celos? Y ahora empuñaba una mano.

—Wooow Mal. —Uma se le ponía al frente a notar su expresión—. ¿A dónde vas?

—Tengo que arreglar algo.

—No Mal, tranquila, conozco esa cara y tú quieres patearle el trasero a esa princesita.

—¿Princesita? —Ahora Ben se confundía más.

—No es ninguna princesa, es mi hermana. —Se le revolvió el estómago al escucharse decir esto a la ojiverde: pues de un de repente ahora no solo tenía padre (Hades), sino que ahora recordaba que también tenía una ¿hermana?

La gran escena seguía frente a ellos, Evie se miraba muy feliz con su amiga Sabrina, y parecían hablar de algo muy interesante, Mal tuvo que contenerse a ir tras ella.

Vieron cómo finalmente Evie se despedía de ella como si fueran amigas inseparables y de toda la vida, y ambas tomaban caminos diferentes.

Mal estaba trastornada y los demás no entendían qué pasaba, ni que tan malo podía ser tener a la nueva Evie.

Todos, excepto Uma y Mal, se fueron al castillo de Ben.

—Creo que algo no anda muy bien aquí, Uma.

—Lo sé, Evie ha estado todo el día algo extraña apenas y nos saludó hoy. ¿Crees que algo pudo haberle pasado?, o ¿que Sabrina pudo haber tenido algo que ver?

—No lo sé. —Mal recordaba al padre de Evie y ahora confirmaba que su amiga estaba pensando en irse, la conocía. Pero había prometido no contar nada a nadie de lo que Evie me dijo, y no podía romper la promesa de su mejor amiga.

Uma de momento a otro empezó a decaer y empezó a agarrarse el pecho, algo extraño le sucedía.

—¡Uma! —le gritó Mal, tomándola de la mano y Uma se agarraba el pecho con mas fuerza.

—Estoy...bien... es sólo que... —Uma tenía en su mano su collar, y este estaba más brillante que nunca, sujetándose en el aire por alguna fuerza paranormal—. Mal, Definitivamente algo no anda muy bien con Evie.

Mal estaba más angustiada y en aquel momento temió por Evie, temió como nunca. Y no fue tanto por la apariencia indiferente de hoy de su peliazul, ni por Sabrina, sino porque sabía que venía algo aún peor; y principalmente, que Evie terminaría más afectada en esto que todos.

Uma no le había dicho qué, pero Mal sabía, sabía que su amiga había aceptado su descendencia y que quizá no podría hacer mucho por evitar que se fuera, pero sobre todo, sabía que había algo más que Evie le había ocultado.

En la casa de Evie...

Evie llegó y fue directo a su habitación, buscó a su ahora nuevo consejero de vida: el espejo encantado y empezó a ver su reflejo en este mientras esbozaba una cálida sonrisa.

—¿Qué tal su día en la escuela, su majestad?

—Fue mejor de lo que imaginé. —Sí, ahora Evie conversaba con el espejo.

—Le dije que yo sería tu solución a todo.

—Lo sé.

—¿Ahora esta lista para irnos y tomar lo que siempre le ha pertenecido?

Evie se quedó en silencio unos segundos y con la miraba ida en la nada. Su corazón latía fuerte, y esa adrenalina, ese escalofrío, le corría por todo el cuerpo con tan sólo pensar en lo que estaba por venir.

La Descendencia del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora