Capítulo 22 (Pre-final 2da parte)

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La ayuda había llegado y estaban ahí para retirar el cuerpo sin vida de la joven princesa, Mal estaba más que deshecha, no podía siquiera ponerse de pie, que cuando Ben intentó alejarla, ella seguía aferrada al cuerpo sin vida de su hermana.

—Vamos Mal —intentó animarla Evie de nuevo.

La verdad era que Evie tampoco podía con nada de esto, pero debía intentar ser más fuerte por su mejor amiga.

—¡Mi hermana está muerta Evie! —Mal le gritaba a la peliazul con total ira y con el corazón totalmente roto—. ¿Cómo mierda quieres que me sienta? Porque eso me siento exactamente ahora, una mierda.

—Mal yo.... —Evie tocaba su hombro en forma de consuelo.

—¡¿Tú qué Evie?! ¡¿Tú hubieses querido haber estado en su lugar?! ¡¿Tu hubieses podido haber hecho algo?! —Mal comenzó a alterarse y las lágrimas seguían saliendo mientras ahora besaba el cuerpo sin vida de su hermana.

—Mal entiendo que estés así pero debemos continuar —habló Evie nuevamente.

—Si mi hermana —hizo énfasis en esto últimos miró con los verdes fríamente a Evie—, no hubiera vuelto a buscarte, nada de esto hubiera pasado.

Evie tragó seco después de oír a la pelimorada decir aquello, algo se había terminado de romper en el corazón de ambas. Evie no pudo contenerse más y comenzó a llorar de nuevo y Uma se acercó abrazándola, mientras Ben se acercó a Mal.

—Mal, debemos salir de aquí, estas personas tienen que hacer su trabajo .

—¡No Ben! ¡Déjame! ¡No voy a abandonarla!

Jay se acercó a Mal al verla así y se hincó a lado de ella.

—Mal aquí estoy para ti siempre y te apoyo en todo, pero creo que es tiempo de continuar. —Jay abrazaba a su amiga.

Mal terminó accediendo después de las palabras del asiático y se puso de pie junto con él.

Los paramédicos comenzaron a hacer su trabajo. Ya habían subido el cuerpo a la camilla y Mal se acercó nuevamente.

—Te amo hermana, te amo con cada parte de mi alma y mi corazón —dijo por último, dejando un beso en la frente de Sabrina. Mal de retiro unos metros permitiendo a los paramédicos continuar.

—¡Esperen! —gritó uno de los paramédicos quien le tomaba el pulso a la ojiazul—. ¡Aún tiene pulso!

Evie y Mal corrieron rápidamente a la camilla.

—Háganse a un lado, debemos darle oxígeno —continuó el paramédico y sacó un aparato cardíaco para darle auxilio—. Sí, su corazón aún está bombeando sangre, pero está bastante débil.

—Pero ¿cómo fue posible esto? —dijo Ben.

—El amor verdadero. —Evie sonrió.

—Debemos trasladarla a un hospital cuanto antes —dijo el paramédico.

—Pero aquí no tenemos el equipo necesario —respondía el otro de los paramédicos viendo hacia la rubia.

—Pues entonces ocupamos encontrar rápido otro hospital —le respondió.

—¡Vayamos a Auradon, ahí estará bien atendida! —ofreció Ben.

El helicóptero aterrizo, debían trasladarse lo antes posible. Mal, Evie y Ben subieron rápidamente al helicóptero, los demás llegarían allá. Durante el camino Mal sujetó la mano de Sabrina, y en ningún momento la soltó, mientras Evie se mantenía seria y viendo hacia el suelo.

La Descendencia del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora