Capítulo 9

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~H~

Me encontraba sacándole filo a unas cuantas espadas que nos habían pedido pero mi cabeza divagaba en los recuerdos de la semana pasada donde había pasado un rato muy agradable con aquella chica pelirroja. Recordaba el sonido de su melodiosa voz y su risa era una armonía hermosa para mis oídos, podría escucharla reír y no cansarme jamás. Aquellos intentos ojos color aqua que dicen tantas cosas... La espada cayó de mis manos hacia el suelo con un estruendoso sonido Bocón me envió una mirada rápida reprobatoria y siguió haciendo una docena de hachas. Torpemente recogí la espada mientras analizaba todos mis pensamientos.

¿Cómo podía yo estar pensando así? Es tan solo una conocida que extrañamente su cruzó con mi camino.

¿Cómo podía deleitarme en su compañía si tan solo nos habíamos visto por casualidad? Estaba siendo ridículo.

Y entonces,¿Porqué mi corazón latió más rápido al escuchar su voz detrás mío y la forma en que mi nombre sale de su boca? No podía ser que estaba enamorado de aquella bella chica con tan solo cruzar unas palabras y miradas. Por su puesto que no creía en el "amor a primera vista" estaba confundido, si, creo que esa es la respuesta a todo esto: estoy confundido por estos encuentros extraños entre ella y yo y no sé cómo actuar ante la situación. Si, sin duda esa respuesta me convencía lo suficiente para tranquilizarme y seguir con mi trabajo.

-Claro Rodolfo no hay problema en una semana te los tengo listos- Bocón hablaba con un cliente frecuente decidí no poner atención a su conversación ya que comenzaría a hablar sobre el tipo de material que requiere y alguno que otro chisme que no me interesaba saber.

-Gracias Bocón, sabía que podía contar contigo, la verdad es que con las visitas de los reinos aliados que han llegado a Dumbroch para ganar la mano de la princesa Mérida hemos tenido que aumentar un poco más la guardia y las armas dejan de ser suficientes ya que se han estado utilizando para los entrenamientos reales.

La última espada que estaba afilando se resbaló de mis manos mientras sentía palidecer por completo, no podía creer lo que acababa de escuchar.

-¡Hiccup que te sucede! ¡Sabes que esas espadas son para el señor Ling y deben de estar perfectas!- me gritaba en voz baja para que el cliente no escuchara.

-L-lo lamento yo... lo siento- me disculpé y nuevamente levanté la espada torpemente.

-¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal?- preguntó y acercó una de sus enormes manos a mi frente para checar mi temperatura.

-Estoy bien Bocón- aparté su mano de mi frente- es que, me entró curiosidad lo que mencionaron sobre la princesa... ¿c-cómo dices que se llama?

-Así que es por eso, ¿ves? Y eres tú el que me llama chismoso- negó repetidas veces con la cabeza y soltando algunas risas, me rodeó con su brazo derecho y me llevó hasta donde estaba el cliente que había dado la información- El muchacho preguntaba si podías repetir el nombre de la princesa, al parecer se le ha olvidado.

Rodolfo comenzó a reír a carcajadas y Bocón se le unió yo solo quería que la tierra me tragase pero quería asegurarme de lo que había escuchado.

-Mérida Dumbroch, princesa de Dumbrog- contestó cuando se cansó de reír- legítima heredera a la corona, adora salir a cabalgar en su corcel negro con una que otra mancha blanca en su cuerpo a disparar flechar hacia el atardecer. Posee una gran belleza, si la vez directamente a los ojos caerás rendido a sus pies pues sus ojos azul aqua son tan intensos que no terminarías de encontrar las palabras perfectas para describirlos y un cabello de color naranja enrulado que es tan incontrolable que parece que estás viendo al mismo fuego. Sin duda es una mujer hermosa, una mujer que está muy fuera de tu alcance así que te sugiero que dejes de imaginar cualquier cosa extraña sobre ella.

Mericcup:¿Me amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora