~M~
Angus y yo llegamos a casa al rededor de las siete de la noche, justo a tiempo para la cena. El sol ya se había ocultado y el cielo comenzaba a oscurecer, había sido mucho tiempo el que pasé fuera y aún seguía impresionada que el príncipe no viniera a buscarme, y lo agradezco infinitamente porque no sé qué hubiera hecho con él.
No me preocupaba no tener excusa alguna por llegar tarde a la cena o las interrogantes que me harían si hablara de mi día sin Josh. Ellos ya sabían la respuesta probablemente y me dejarían en paz si quiera esta noche. Alimenté tranquilamente a Angus y me dispuse a adentrarme al castillo para acompañar a mi familia y la familia de las Islas del Sur en la cena.
-Creí que no regresarías- la voz del príncipe me dio un pequeño susto por lo que brinqué hacia delante y rápidamente me volteé a verle. Me había tomado desprevenida.
-¡Josh!- susurré y soltó una pequeña risa.
-Lamento haberte asustado, no era mi intención- sus disculpas eran sinceras así que acepté asintiendo levemente con mi cabeza.
-Si y yo lamento haberte dejado aquí, el tiempo se pasó tan rápido en el pueblo que no recordé esperarte- no estaba del todo arrepentida, me había olvidado por completo de su existencia por unas cuantas horas.
-No te preocupes- se encogió de hombros, restándole importancia sin quitar su sonrisa- me alegra saber que al menos te divertiste un rato.
Me sentí un poco mal al escuchar aquello último, se con perfección que los labores reales te dejan sin mucho tiempo libre y sé que es horroroso cuando en tú día libre también tengas que ocuparte de ciertas cosillas que no hiciste en la semana. Sabía cuál era ese sentimiento de saber que estabas tan cerca de darte un respiro y te lo quiten como si nada.
-Lo siento- ahora sí me disculpé de verdad. Se formó un minúsculo silencio entre ambos, hasta que Josh propuso algo.
-Mañana podemos intentarlo, me dejaste con mucha curiosidad acerca de tú pueblo y si me casaré contigo debo también conocerlo. ¿Te parece bien? Yo espero ya no nos molesten nuevamente, y si es así en un momento más hablaré con mi padre para que nada ni nadie nos interrumpa.
-Claro... supongo que no hay problema- ahora fui yo quien se encogió de hombros, brindándole una sonrisa.
-Perfecto, entonces notificaré a mi padre más tarde, ahora entremos, nos están esperando y los cocineros han preparado un delicioso banquete.
Me tendió su mano para que la tomase y juntos fuéramos a reunirnos con nuestras familias, pero no lo hice. Me quedé mirando unos segundos su mano y luego miré a sus ojos.
-No quiero ir rápido Josh. Ganaste la competencia pero no nos conocemos en realidad, no puedo entrar tomada de tú mano y pretender que te amo. No soy esa clase de princesa que se enamora del primer príncipe encantador que ve.
Se quedó procesando mis palabras apartando un poco su mano y luego me miró con ternura regresando su mano por completo a su costado.
-Como guste princesa, en lo personal, también me gustaría conocerla mejor.
Quiero saber con qué clase de dama me casaré.Me forcé a sonreír, no me gustaba la palabra "casaré" ni ningún derivado de ella y menos si salía de la boca del
príncipe Weselton o de mis padres; pero me tranquilizaba el hecho de que Josh quisiera ir también lento, aunque hubiera un protocolo que seguir.
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Mericcup:¿Me amas?
RomanceEl amor no elige personas, elige corazones. La princesa Mérida Dumbroch está obligada a casarse con un príncipe heredero de otras tierras para formar alianzas. Pero ella todavía no está lista, ella solo quiere ser libre, cabalgar en el bosque tiran...