🥀 🌹 Ramo de rosas 🌹🥀 (Jikook - Kookmin)

Capítulo 21 ~ No somos tan diferentes

El siguiente capítulo contiene escenas narradas e imágenes:

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Tae estaba reventado, sus pies y caderas dolían más que si hubiera estado bailando o haciendo acrobacias por horas. Eso de modelar no era lo suyo, osea sí se veía bien e incluso sexy a sí mismo, pero la profesora de modelaje le gritaba tanto lo bello que era y lo ardiente que se veía con su aire de chico malo que quería que la tierra lo tragara.

En silencio, pero arrastrando sus pies, entró a la sala de descanso del hala de música para tumbarse en el primer sofá que sus ojos oscuros enfocaron. Frente a él, en otro sofá idéntico, Jennie estaba también tumbada y lo observó entre sus dedos que en principio tapaban sus ojos de la luz de la sala.

- ¿Qué? -Inquiere molesto Kim. -Puedo sentir como tratas de matarme con la mirada aunque tenga los ojos cerrados. - Todavía en silencio mira al abdomen tatuado del chico que se aprecia al este subir sus brazos como almohadas bajo su cabeza y tirar así de su camiseta de manga corta hacia arriba. Un rubor tiñe sus mejillas y las cubre con su antebrazo al recordar ese abdomen marcado cuando se lo mostró orgulloso en la exposición del arte del tatuaje.

- ¿Por qué tienes que venir a nuestra sala a dormir? -Se queja en voz baja y raspada por el cansancio refiriéndose al hecho de que el chico algo aún no había comenzado con canto y debería estar en el área de modelaje.

-Porque Lisa y JiSoo están haciendo un directo con Rosé y son demasiado escanadalosas. -Le responde acomodándose de lado para verla, la chica se niega a hacerlo también. -Además no me fío de que me hagan putadas mientras trato de dormir y quiero silencio después de todos los alagos que me ha gritado la señora Han. -Sus palabras desconciertan a la pelinegra que ahora sí lo observa con su ceño fruncido. - ¿Ahora qué?

-Nada, no pensaba que supieras decir palabrotas. -Suelta con un evidente tono de ironía cuando lo que le ha sorprendido ha sido que rehusara de los alagos y gritos.

-¿Crees que soy un ángel? Puro e inocente, ¿o qué? -Tae le sigue la broma a medias burlándose por haberla escuchado, sin que esta se diera cuenta, alagar su voz con esos adjetivos: "La voz de ese chico siniestro es tan pura, parece de un ángel". Las mejillas de Jennie luchan por no sonrojarse así que las rasca ejerciendo presión, rápido están coloradas por ese acto.

-No sé, ¿los principes no son eso? -Jennie no es idiota, si el tipo siniestro se está burlando de ella por lo que dijo ella también puede hacerlo por el apodo con el que lo llamó su jefe días atrás en la cafetería a gritos y delante de todos. - Tiernos ángeles caídos del cielo.

-Lucifer era un ángel caído del cielo, el favorito de Dios. -Jennie no puede evitarlo y ríe ligeramente por su ocurrencia. Negando con su cabeza se acomoda boca arriba para colocarse los auriculares y poner música. - ¿Qué escuchas? -El cuerpo grande del chico pelinegro de callo largo se deja caer a un lado suyo en el suelo, junto a su rostro y apoya sus brazos tatuados en el borde del sofá mirándola.

-¿No ibas a dormir? -Su cercanía le incomoda, pero no va a mostrarlo otra vez.

-Puedo percibir que escuchas The Weekend. -Le responde relajado quitándole uno de los audífonos y colocándoselo él mismo en su oido. -Tengo curosidad por saber que canción en específico. 

-¿Conoces alguna canción de The Weekend acaso? -Con tranquilidad sujeta la pálida mano más pequeña, por mucha diferencia con la suya, de Jennie ignorando su pregunta y subiéndole volumen a la canción.

-De verdad, ¿qué mierda de imagen tines de mí? -Es una pregunta retórica, una que no espera contestación, y se alegra de que Jennie lo haya entiendo igual que entiende sus ironías y las sigue. Cuando la canción termina con susurros bajos de ambos Tae levanta sus ojos al móvil que aún controla en su mano y que reposa sobre el abdomen plano de la chica. -¿Te gusta Dua Lipa? -Cuestiona cuando encuentra una canción de la artista.