Las rosas siempre representan amor, un amor puro y único. A su vez cada color que las hace deslumbrar representa unas características y unos sentimientos más enfocados dejando así que tengan destinatarios claves para cada persona.
Park Jimin lleva e...
El siguiente capítulo contiene escenas narradas e imágenes:
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Tae sentía los pequeños pasos de su mejor amigo a su espalda, pero no podía ayudarlo; bastante tenía con tener que cargar como a un bebé koala a Jennie en sus brazos.
-Mmmm... -Murmuró la chica escondida en su cuello aferrándose a su cuerpo con piernas y brazos. -Hueles a hombre.
-Será porque soy un hombre. -Ironizó entrando a trompicones al cuarto de la chica, esta se movió para cerrar la puerta tras ellos mientras apagaba la luz que él mismo acababa de prender. -A ver genio, no veo.
-Me molesta la luz. -Canturreó como una niña pequeña. -Tú sigue andando. -Demandó todavía escondida en su cuello, este obedeció a ciegas. -Más, un poco más, más... -De golpe ambos cuerpos cayeron en la cama de matrimonio, ella abajo y él sobre su pequeño cuerpo. -Ya.
-Me he podido dar cuenta. -Se quejó por el golpe en sus espinillas con voz grave. TaeHyung trató de levantarse haciendo fuerza con sus brazos en el colchón, lo que no contaba era con seguir llevándose el cuerpo de la chica junto al suyo. -Jen, necesito que me sueltes.
-No. -Se quejó ella restregando como un lindo cachorro su mejilla contra la de él, TaeHyung enmudeció sorprendido. -Eres grande y calentito, como un gran oso de peluche. Me gustan los osos.
-Los osos muerden y devoran. -Susurró de vuelta él tratando la ansiedad de sus manos por tocar a la chica que cada vez se pegaba más y más a él.
-Me siguen gustando los osos, son como yo. -Él río grave, la chica suspiró complacida por el retumbar de su pecho.
-¿Cómo tú? -Con algo más de calma se puso de rodillas, a cuatro patas, sobre el colchón y llevo a la chica enganchada a su torso a rastras por él hasta acomodarla en el centro de la cama.
-Parecen amenazantes, pero son tiernos también. -Al fin los ojos de Tae se adecuaron a la escasez de luz y justo en ese instante ella decidió encararlo. -También son como tú, ¿no crees?
Ambos pares de iris conectaron y se miraron fijamente, las mejillas de la chica brillaban enrojecidas por el alcohol incluso en la oscuridad. ¿Tan malo sería dejarse llevar por sus impulsos? ¿Cuántas ocasiones se tendría en la vida de besar a tu mayor chush y encima famoso?
El rostro de Tae bajó hasta degustar los temblores y fríos labios de la joven que solo correspondió con leves picos a los movimientos más ágiles y expertos del pelinegro tatuado.
Fue un escueto beso que se rompió al escuchar una puerta cerrarse al fondo del pasillo con fuerza y a HyunJin y Lisa reír a carcajadas por el segundo piso.
-Mejor vamos a dormir. -Susurró él consiguiendo al fin separarse de ella.
-¿Te quedas conmigo? -Preguntó con la voz tremendamente adormilada mientras sujetaba uno de sus brazos, Tae asintió porque seamos sinceros; no podía negarle nada a Kim Jennie su mayor chush desde la adolescencia cuando la vio por casualidad en la estación de tren de Daegu con 14 años cogiendo el tren que la llevaría hasta Seúl para convertirse en artista de Big Hit.
