Can('t) be your lasso [l.s]

: Encuéntrame bajo el resplandor :

01 de octubre.

-¡Louis! ¡Apresurate! Ya nos vamos- grita Anne desde la sala

Louis mira por la ventana del balcón, el vecindario iluminado con luces de navidad, muñecos de nieves o árboles de navidad en los corredores, nieve bañando los tejados y ese aroma a galletas de jengibre en cada casa, las vísperas sintiéndose en su piel.

Aquel traje color negro aferrándose a su cintura, chaleco gris con la corbata del mismo color y una camisa blanca por debajo, un ramillete color celeste en la bolsa del saco. Luce asombroso.

Anne, Gemma y Lottie están junto a él, Emiliano se fue con Harry hace rato, ambos se han vuelto tan unidos, quizá porque Emiliano sabe que su lazo fue con Harry, ellos se escogieron.

Debe bajar ya, ir rumbo a la ceremonia pero no puede irse aún, está nervioso, no es que no desee convertirse en el esposo de Harry pero es que su sueño está a punto de cumplirse y cuando vas a realizar un deseo que tienes de toda la vida no es tan fácil despedirse, está en su nueva casa, la casa que Harry le compró, han traído todo lo de la mudanza pero aún no viven ahí, sólo que Louis quería alistarse para su boca en su futura casa, está bebiendo un té de hierbabuena, ha dejado el café, tal vez porque ese té le trae paz.

Piensa en Harry en el día en que lo vio, con aquella actitud de hombre, sin voltear a mirarlo, siendo presentado por Niall con su cabello largo y que ahora cortó para la boda, aquella sonrisa de ensueño, aquella vez que bailaron Charleston, cuando besó a Harry por primera vez, cuando se separaron, cuando vio el sufrimiento en la cara de Harry cuando estuvo con Ele, cuando lo tomó por primera vez y el maravilloso día que lo marcó. Harry es todo lo que siempre había deseado.

Lo ha enseñado amarse como es, con sus gustos, con su marca en el cuello siendo alfa, sin necesidad de tener que desear ser omega para estar a su lado, el mundo necesita alguno que otro par más de alfas como Harry.

Bebe su té y baja por fin, Anne está echa una bola de nervios, con su cabello ya un poco despeinado -Oh Louis, estás hermoso- lleva sus manos a su boca -Tomemonos una foto, Gemma, tomala.

La alfa voltea sus ojos y con la cámara toma una foto de Anne besando la mejilla de Louis -Vamos, el novio no puede llegar tarde- menciona Gemma cansada de esperar.

-De acuerdo, vamos- dice el alfa.

Las calles bañadas en nieve y su auto de bodas también, dentro Louis no deja de ver por la ventana y sonreir pero algo malo siempre debe pasar en un día así, las calles cerradas por la nieve y su auto ponchado -¡Mierda!- dice Gemma furiosa, levanta su vestido y baja enojada a revisar el auto.

-No puede pasar esto hoy- niega Anne -Cambia la llanta Gemma- la alfa voltea sus ojos.

-¿Ves que ande alguna de repuesto un día como hoy?- menciona la alfa.

Anne comienza a llenarse de nervios y a impacientar a Louis -Llamaré una grúa- toma su teléfono -¿Sí? Hola, necesito una grúa a la calle...- se detiene mientras escucha la línea -¿Qué? ¿Cómo que no enviarán a nadie por la nieve? ¿Pero que clase de servicio son? Hoy mi hijo se casa, necesito una maldita grúa para llevar a su esposo al altar- pausa y hace cara de indignada cuando escucha lo que el hombre le dice -¿Cómo se le ocurre decir a usted qué le importa y qué llame un taxi? Maldito igualado, deme su nombre, pondré una quema por mal servicio al cliente, quién se cree...-

La omega sigue discutiendo, Louis debe bajar del auto a respirar aire fresco y no feromonas de omega enojada, su boda será en menos de cuarenta y cinco minutos, necesita una solución.