Capitulo 48

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–Quiero estar aquí –susurré–. Quiero estar bajo la lluvia.
Rodeé a Hashton con mis brazos y el hizo lo mismo.
–Pero te vas a resfriar –repuso.
–No me importa. 
–¿Qué tienes princesa? –tanteó–. No te ves contenta.
No tenía ganas de hablar así que no le contesté, apoyé mi cabeza en su pecho mojado sobre la tela de su camisa y sentí sus caricias en mi cabello. Tanto necesitaba a Harry que me hice la idea en mi cabeza de que Hashton era él, me convencí a misma de que los brazos que me rodeaban eran los de Harry y de que la respiración que sentía golpeando mi cabello era la suya y no la de Hashton, era demasiado fácil hacerse la idea cuando esos dos hombres eran irreprochablemente idénticos. Miré su semblante y en él vi a Harry, puse ambas manos sobre su cara mojada, me puse de puntillas y halé a Hashton hacia mí con intensiones que él conocía. Lo besé. Tomé sus labios acaramelados que tenían sabor demasiado dulce, por supuesto que él correspondió a ese beso, movió sus labios de forma placentera y suave. Yo tenía la enfermiza idea de sustituir a Harry con su hermano, al no tener al real quise remplazarlo de alguna manera, jamás los besos de Hashton podrían igualarse a los de Harry pero claro estaba que aliviaban de forma notable mi dolor. Un beso bajo la lluvia hubiese sido mucho más disfrutable con él chico que si amaba realmente, pero él no estaba, no me quería, no me tomaba en cuenta. Éste fue el primer beso largo que Hashton y yo nos habíamos dado ya que nadie estaba allí para interrumpirnos y él no estaba dispuesto a soltarme, se aferraba a mi cabello con sus manos y estaba enganchado a mis labios como si no pretendiera despegarse jamás. Respiré. Tomé una bocanada de aire luego de que nuestro beso finalizó.
–______(tn), dime que me quieres, por favor, porque... Porque yo te amo. 
¿Qué debía decirle? ¿Qué lo utilicé como un remplazo? ¿Me amaba? ¿Él sí me amaba? ¿Por qué el amor debía de ser tan complicado? Hashton me quería a mí pero yo amaba a Harry, que ni siquiera estaba interesado por mí. Yo no quería despedazar el corazón de Hashton diciéndole la cruda verdad de que yo al único que amaba era a su hermano. Tenía varias alternativas, admitirle la verdad a Hashton y decepcionarlo por completo, mentirle y hacerle ilusiones de que lo amaba o simplemente callar o desviar el tema, o salir corriendo.Cuando me vi entre la espada y la pared sin palabras para argumentar me decidí por la última opción. Eché a correr a zancadas bajo la lluvia chapoteando agua por todas partes cuando mis zapatos caían en los charcos de agua. La presencia de Hashton me ruborizó cuando percibí de que venía tras de mí siguiéndome a toda velocidad. Sentí sus manos rodearme por detrás cuando me atrapó y caímos dando vuelta sobre el pasto verde e inundado, como si fuera un inocente juego me eché a reír a carcajadas y me tumbé con los brazos extendidos a cada lado de mi cuerpo, Hashton se tumbó a mi lado en su rostro se curvaba la más feliz de sus sonrisas que yo en la vida haya
visto.
–¿Sabes qué me hace feliz cuando ríes? –escuché decir en voz alta a Hashton.
Cerré los ojos para concentrarme en sentir el leve impacto de las gotas de lluvia cuando golpeaban mi piel helada, sin poder ver nada un nerviosismo inquieto se apoderó de mí cuando los labios de Hashton tocaron levemente los míos en un beso delicado y romántico.
–¿Quisieras ser mi novia? –sentí su aliento frió murmurarme al oído esas palabras que me
tomaron por sorpresa, me alcé para quedar sentada en el suelo y me ahogué con mi propia saliva.
–¿Estás bien? –me preguntó al verme tan desorientada y tosiendo ahogada.
–Sí –proferí con voz temblorosa.
–¿Sí? –apuntó él.
–Sí, quiero ser tu novia.

Enamorada de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora