—Gracias por traerme. Nos vemos mañana —dije, dándole un casto beso en los labios.
Dios. No podía dejar de pensar en la tarde que pasamos hoy. John aún seguía sujetando mi cara.
—Me encanta pasar tiempo contigo, te amo tanto Ros —dijo.
—Yo también te amo John —dije. Nunca había estado más enamorada de alguien—. Oh, por cierto ayer dejé mi cosmetiquera en la guantera —dije, mientras la abría. Me quede paralizada ante lo que ví.
—Puedo explicarlo —dijo.
—Pues más vale que lo hagas no logró comprender porque habrías de traer un arma en tu auto— dije. No se de armas, pero no era muy grande. Sentía curiosidad, y antes de que pudiera pensar claramente lo que hacía, la sostuve en mi mano, para poder sacar mi cosmetiquera, dándome cuenta que también era pesada.
—Es que... No... No es mía —dijo tropezando con las palabras— Es de Kip —dijo entre dientes.
—¿Y para qué necesita Kip un arma —dije.
—No lo se... Eso mismo pienso preguntarle, la debió haber dejajo ahí ayer en la noche porque después de que te deje en tu apartamento, me dijo que necesitaba que le prestará mi coche —dijo nervioso—. Ah... Lo siento pero ya me tengo que ir. Te llamo mas tarde.
—Está bien —dije automáticamente. Aún no podía dar crédito a esto. Me bajé del auto y con un gesto de la mano le dije adiós.
Aún recordaba la fría sensación del metal del arma en mis manos, que se reforzó cuando saqué las llaves de mi apartamento para abrirlo, sin dejar de pensar en lo extraño que era todo esto.
(...)
Hoy es sábado. No había clases, y no tenía tarea o trabajo pendiente, por lo que saldría con mis amigas a desayunar y tomar un té.
Era un día soleado en Eastbourne, por lo que decidí ir caminando al restaurante donde me vería con mis amigas. Además no tengo auto propio y preferí ahorrarme el pago del transporte público.
Al llegar ahí estaban sentadas en una mesa de la terraza y ví que tenían una cara de asombro, consternación quizás, y note que leían el periódico, me senté en la silla al lado de Nicole. Ella era muy atractiva, era de tez apiñonada, cabello rubio y ojos azules, al lado de ella estaba sentada Shannon ella también era muy guapa, era pelirroja, de tez blanca y unos hipnóticos ojos verdes, cuando me senté apenas despegaron la vista del periódico, algó interesante sucedió.
—¿Qué hacen? ¿Porqué están así?— pregunto curiosa.
—Tienes que ver esto Rosalie— dice Nicole
—¿Qué sucede?
—Es Quinten— dice Shannon
—¿El chico lindo que va con nosotras en clase de química?
—El mismo
—¿Qué con él?
—En la tarde del día de ayer cerca de las 8:30 horas... — Comienza Nicole a leer la nota en el periódico en voz alta —Se encontró el cuerpo sin vida del joven Quinten Patterson, cerca del Lagney Shopping Centre, al parecer el joven fue terriblemente asesinado mientras buscaba su auto en el estacionamiento a la salida del reconocido centro comercial. Dos impactos de bala en el costado derecho cerca del corazón, provenientes se sospecha de un arma corta fueron causa del descenso, según datos forenses, murió al instante en el lugar en el que encontraron el cuerpo, por lo que policías investigan para dar con el paradero de quien fue el presunto asesino.
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Ese no era el plan {Editando}
RandomRosalie confió, a cambio la traicionaron, ahora ella paga por un crimen que no cometió. El destino le dará una oportunidad para absolver sus cargos, pero ¿Podrá hacerlo?, ¿Aunque eso implique ir en contra de sus sentimientos? ''Cuando ames a alguien...