Mas profundo

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Me desperté con el sonido de la puerta de la sección abriéndose, no se que hora es, ni cuanto tiempo me dormí pero en el suelo había una bandeja con más "comida", el oficial que la trajo debió no haber hecho mucho ruido, porque no le oí.

Oí pasos acercándose, de pronto apareció el licenciado Darius enfrente de mí celda.

-Buenos días señorita Rosalie.

-Buenos días licenciado-dije somnolienta.

-Por lo que veo hoy ha dormido bien.

-Pues no este tan seguro, disculpe, ¿Que hora es?

-Son las 2:10 de la tarde.-Dijo mirando el lujoso reloj en su muñeca.

-Gracias.-dije, vaya que si había dormido mucho.-¿Y que noticias me trae hoy Lic?

-Bueno la verdad es que estuve esperando a que declarara su novio y el amigo de este, pero al parecer "no han regresado"-dijo haciendo unas comillas imaginarias con sus dedos.

-¿Y que sucede si no declaran?

-Sin la declaración de estos estamos más atados de manos, toda la culpa caería sobre usted con todo su peso, y sería casi imposible sacarla de aquí.

-¿Entonces que voy a hacer?

- La verdad estuve pensando en la mejor estrategia para que usted salga lo menos afectada.

-¿Y? ¡Dígame cual es!- dije. La verdad es que estaba desesperada por salir de esta situación.

- Podemos decir que usted padece de cierta enfermedad mental y que no sabía exactamente lo que hacia, y que será mejor para usted y su salud física y mental estar en un hospital psiquiátrico.

-¡¿Que?! ¡Un hospital psiquiátrico!

-Dígame, ¿que prefiere, un hospital psiquiátrico dónde la traten bien y reciba de cuidados, o una cárcel dónde hay miles de mujeres criminales de todos los tipos que le pueden hacer daño? ¿Como se podría defender?

Tenía razon ¿como podría defenderme en un lugar lleno de mujeres peligrosas?, en cambio en un psiquiátrico podrían tratarme mejor,  la verdad prefería el psiquiátrico.

-De acuerdo, prefiero un psiquiátrico, pero antes debe prometerme algo.

-... Esta bien dígame.

-Debe prometerme que primero deberá hacer todo lo posible porque salga yo libre, ya como última opción, recurrirá al hospital psiquiátrico.

-Se lo prometo- dijo, después de dudar un momento, poniendo la mano en su lado izquierdo.

-Gracias.

-Pero, usted también deberá prometer que mientras estemos en su juicio, no hablará más de lo que deba. Tome en cuenta que alguna indiscreción podría comprometernos y entonces todo estará perdido.

-Lo prometo- dije alzando la mano derecha y poniéndola en el corazón.- palabra de boy scout.

-Bueno creo que eso es todo, el día de su juicio, minutos u horas antes ajustaremos los pequeños detalles para que todo salga bien.

- Si, está bien

Estaba apunto de irse cuando dije:

-¿Y mis padres? ¿Sabe algo o ha hablado con ellos?

-Desde luego que si, ellos pagan mis honorarios.-Dijo con una media sonrisa, que más rápido que el humo se esfumó- Pero la verdad es que están destrozados, no han venido a verla porque no su padre no cree que su madre aguante mucho, está al borde de la depresión. Por cierto, su padre me ha dicho que cuando la viera le dijera que están con usted y que la apoyan, solo que su madre aún no supera la noticia.

Un nudo en mi garganta se va haciendo cada vez más grande. Me cuesta tragar las lágrimas que siento que se están formando, solo agacho la cabeza, no quiero que me vean así, derrotada, aunque lo estoy.

-Entiendalos un poco, usted es su única hija y luego enterarse de esto, es demasiado para ellos.

El abogado no estaba ayudando mucho en esto, otro comentario y le diría que se largará, que mo necesito su ayuda, pero se que eso no es verdad, lo necesito mas que nada ahora, sólo le di una mirada despectiva con los ojos llorosos. Al parecer captó mi mensaje y se fue.

-Que tenga un buen día, dentro de lo que cabe.

Lo mire ahora con más furia que hace un momento y se fue rápidamente acelerando el paso.

Solo esto me faltaba para enterrarme más profundo en este agujero, ahora mi mamá estaba al borde de la depresión por mi culpa y no quería verme. Debe creer lo mismo, que soy una maldita asesina. Lo único que me realmente amo en la vida, ellos que me lo han dado todo, y así lo demuestro, así se los agradezco.

Tarde o temprano saldré de este profundo agujero que se ha creado alrededor de mi, pronto encontrare la forma de salir y mi vida volverá a la normalidad. Yo lo sé.

(...)

Los días aquí son tan monotonos que si no estoy loca terminaré por serlo, de verdad si sigo pasando más días aquí, la soledad, el silencio, ai tan solo tuviera platicar, la pena sería menos dura. No puedo dejar de pensar en lo que me dijo el abogado, en su "estrategia" y en mis padres. Y sigo repitiendome la misma pregunta. ¿Por qué a mi? ¿Que hice yo para merecer esto? ¿Acaso es justo?

Que impotencia.

Mañana es mi juicio y al parecer no hay noticias de Jhonathon ni de Kip. Haciendo todo para mi más difícil.

Creo que será mejor hacerme a la idea de pasar el resto de mi vida encerrada en un psiquiátrico.

Ese no era el plan  {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora