Todo debe ser un error

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Eran las 10:00 cuando me desperté, acausa de los intensos rayos del sol que comenzaban a colarse por la ventana, hoy era domingo e iría a visitar a mis padres.Tenía que levantarme ahora si quería llegar a tiempo para el desayuno.

Media hora después ya estaba lista, tomando las llaves y arrojandolas a mi bolso para irme, cuando el timbre sonó.

¿Quien podría ser? Jhon me dijo que iría con Kip a West Firle, y que no regresaría hasta mañana, Nicole iría con Shannon y su novio a pasar la tarde en la costa, ya pague el alquiler del apartamento, y no soy de muchas visitas...

Abrí la puerta y vi a un hombre trajeado con una placa de policía colgando del cuello.

-¿Pero que mier...?- logre apenas murmurar

-Soy el agente Kenneth Draper de la policía local, y busco a Rosalie Pauleen Trengrove de 23 años.

-Si soy yo, dígame en que le puedo ayudar - dije nerviosa. No sabía para que me buscaba un agente de la policía, y por lo que pude notar a unos cuantos pasos o metros se encontraban dos policías más uniformados y armados.

-Tenemos una orden de aprehensión en contra de suya, por ser presunta culpable del asesinato del joven Quinten Patterson.

- ¿Que? No, están equivocados- dije

Cerré la puerta o al menos lo intente, ya que uno de los policías me lo impidió, interponiendo su pie entre la puerta y el marco de esta, intenté cerrarlo, pero me fue imposible el policía era más fuerte que yo y con facilidad logró abrirla de nuevo.

-Será mejor que no se resista - dijo el agente Kenneth- Le facilitará las cosas.

-¡No me estoy resistiendo es solo que esto es un error! - Dije alterada -¡ Yo no mate a nadie¡ ¡Sería imcapaz de hacerlo! ¡Como puede creer eso!

-¡Yo solo hago mi trabajo señorita!- Dijo alzando la voz. -¡Ahora esposenla!- dijo esta vez dirigiéndose a los dos policías que lo acompañaban- y será mejor que no se resista está vez- dijo volviendo a dirijirse hacia mi.

Estaba en estado de shock, yo no había matado a alguien, no tengo siquiera el valor para hacerlo y mucho menos a alguien como Quinten quien había sido muy bueno conmigo, aún estaba consternada por su muerte, la verdad no puedo creer que este viviendo esto. Quizás es una pesadilla, si quizá lo es, pero se sentía muy real.

Los dos policías se dirigían hacia mi y uno de ellos, saco unas esposas de su bolsillo trasero, el más fornido siguió su camino hacia mi y me tomo por los brazos, girandome y sosteniendo estos por detrás de mí, el que tenía las esposas lo siguió mientras las abría y colocaba el fierro frío sobre una de mis muñecas y la cerraba, luego repitió el mismo proceso con mi otra muñeca.

Era una sensación incómoda, el hierro apretaba mis muñecas y estaba frío, seguía sin reaccionar, pensando que era una pesadilla, pero cada vez me convencía más de lo contrario, uno de ellos me tomo por el brazo:

-Camina- dijo tironeandome en dirección a la puerta.

-No, es que esto debe ser un error, tiene que creerme agente- dije dirigiendome a este.

-Será mejor que guarde silencio señorita y haremos esto más fácil para ambos- dijo con vehemencia

Si esto era una pesadilla quería despertar ahora, quería saber que todo seguía bien.

Pero no podía despertar, y me di cuenta que este novera un sueño, era real y estaba sucediendo.

Me sacaron del apartamento y vi como todos mis vecinos salían y veían toda la situación. Esto era peor que una humillación.

El agente tomó las llaves del apartamento de donde estaba el bolso y se las llevó.

-Mandaremos a más agentes a revisar su apartamento si no le importa- dijo el agente Kenneth

-¿Cree que a estas alturas eso me importa? Lo único que me importa ahora, es que usted sepa que yo no fui la que asesino a Quinten, ¡soy inocente!-Dije gritando y forcejeando mientras entrábamos en el elevador.

-Las pruebas dicen lo contrario- Dijo mientras bajamos a la planta baja

-¿Pero de que pruebas está hablando?¡Ya le dije que yo no mate a Quinten!- Dije gritandole en el oido

-Primero calmese y callese señorita, pronto sabrá de que pruebas estoy hablando, y veremos si aún lo niega- Dijo con vehemencia

-¡Claro que lo seguiré negando!- dije tratando de sonar calmada

Salimos del edificio rumbo a las dos patrullas estacionadas enfrente de este y el portero y algunos vecinos miraban sorprendidos la escena.

Me metieron en la parte trasera de la primera patrulla, el agente se sentó en el asiento del conductor y arrancó la patrulla, los dos policías se fueron en la otra patrulla, arrancaron y nos siguieron.

No podía creer que esto me estaba pasando a mi, a mi una chica de 23 años que estudia medicina, que apenas tiene amigos, y no va a muchas fiestas, que no da problemas, (a excepción de cuando me provocan), yo conocía a Quinten era un chico adorable, siempre se porto bien conmigo, y tal vez llegue a quererlo, yo no podría hacerle eso.
¿Y ahora que seguía? ¿Podría salir de esto, sin quedar mal parada?¿Que dirían mis padres cuando se enteraran?¿Podría salir algún día?¿Me liberarán pronto?¿Cuando se darán cuenta de que esto es un error?¿A donde me llevan?¿A una fría celda? ¿Cuales son las pruebas que dicen prueban mi culpabilidad? ¿Que voy a hacer ahora? ¿Tendré un juicio?

Todas esas preguntas y más pasaban por mi mente, no sabía que pasaría, solo podía pensar en mi familia, mis amigos, John... Mis ojos se comenzaron a humedecer, pronto las lágrimas y los sollozos se hicieron presentes, negué con la cabeza, todo debe ser un error, si eso, pronto se darán cuenta y esto será sólo una mala experiencia. Pero no podía convencerme de eso.

Llegamos a la estación de policía. Mi corazón latía rápido, mis manos sudaban, nunca me sentí más angustiada o nerviosa,

El agente Kenneth me saco de la patrulla, apenas y pude, mis brazos y manos están algo adormecidos por la posición en que se encuentran.

-¿Tengo derecho a hacer una llamada no?- logre decir

-Claro

-¿Que va a pasar ahora?

-Seras llevada a una celda y luego hablaremos sobre esto, para tomar tu declaración.

-¿Cuando podré hacer la llamada?

-Ahorita mismo si quieres

-Está bien

-Vamos

Está vez fue una conversación más calmada, ¿que podía hacer? No me quedaba otra opción más que cooperar, pronto terminará esto me repetía mientras ingresabamos al departamento de policía.

Ese no era el plan  {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora