LOSING MY MIND. (CHERIK)

III.

Jean fue directo a casa de los Lehnsherr al salir del trabajo, tocó y Erik abrió al instante,

-Hola Magnus, - Erik le sonrió y recordó por que Jean lo había nombrado así después de haberla rescatado de unos bravucones, diciendo que era grande, magnifico, simplemente magno, de ahí el rimbombante sobrenombre.

Sonrió de nuevo antes de saludar,

-Hola Rosita Fresita, - ella también sonrió y se abrazaron.

La invitó a pasar a su habitación, sus padres no estaban pero Erik amaba su privacidad.

-Magnus, te tengo excelentes noticias. Mi jefe y amigo acepto tu caso, - el la vio con cierta duda en su rostro,

-Pero el no me conoce, ¿Cómo fue que aceptó?, - Jean parecía seguir emocionada con el hecho de que Xavier llevara el caso de Erik,

-Lo sé, pero le hablé de ti y quiere conocerte. Me pidió tu expediente y mañana mismo tendrás tu primera sesión, - una muy leve sonrisa adorno el rostro del alto y espigado Erik.

-Eso suena bien, - ella seguía con la emoción plasmada en cada palabra,

-Claro que si, es una magnífica oportunidad para ti. Xavier es uno de los mejores psiquiatras y psicoterapeutas del país.

Erik tenía esa dosis de preocupación en la voz,

-Eso suena a mucho dinero Jean, sabes que apenas empecé a trabajar y no quiero pedirle a mis padres. Ya para mi es muy vergonzoso vivir con ellos, como para pedirles para el loquero, - Jean lo vio con una mueca inteligible,

-Vamos paso a paso Magnus, tu no estás loco, - ella tomó las manos de a quién ella consideraba un hermano, -Lo entiendes, verdad, - Erik atinó a asentir con la cabeza, -Ahora, vas a lograr independizarte cuando las cosas marchen mejor en el taller mecánico y Xavier no es un loquero, Erik. Es un excelente profesional y persona, me pidió que te dijera que toda tu terapia corre por su cuenta, el único inconveniente es el horario.

Erik la vio con clara duda en el rostro,

-Tendrías que ir hasta Westchester en la noche, para ser precisa a las nueve. Es el único horario que Xavier tiene libre en el día, - Erik elevó los hombros antes de responder,

-Por mi está bien, terminó a las seis en el taller y después tengo dos horas de fisioterapia, apenas y llegaré a tiempo,

-Excelente, ahora necesito tu expediente.

Erik fue hasta el último cajón de su mueble de ropa, removió un par de playeras y saco una carpeta con bastantes hojas, unas incluso tenían los bordes gastados, se lo entregó sin vacilar a la pequeña Rosita Fresita, ella le sonrió,

-Verás que Xavier podrá ayudarte, el es simplemente maravilloso.