II.

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Charles despertó en una cama hospitalaria austera, había un suero conectado a su mano y un hombre ataviado con un traje elegante, escribía con rapidez en un cuaderno. Su semblante tranquilo le dio confianza para hablar,

-Hooola,

-Qué bueno que despierta Xavier. Soy James Howlett, su abogado,

-Yo no, usted, yo...,

-Tranquilo. Jean y sus suegros me contrataron para defenderlo,

-¿Los padres de Erik quieren ayudarme?, - hablaba entre pequeños jadeos,

-Así es, ellos confían ciegamente en su inocencia,

-Pero el detective Stryker, dijo que ellos...,

-Stryker es un maldito perro, no debería escucharlo. Se que el provocó que usted este aquí. De ahora en adelante no dirá una sola palabra, mientras yo no esté presente,

-Entiendo,

-Va a permanecer varios días en observación. El médico aseguró que es peligroso llevarle a una celda, podría ponerse mal y nadie podría auxiliarlo,

-Está bien,

-Ahora si no le importa, quiero hablar de lo sucedido el día de ayer y el anterior, no omita nada, quiero todos los detalles, - Charles respiró profundo,

-De acuerdo. Desperté y Erik ya no estaba en la cama. Tenía la boca seca y amarga, por eso fui directo a la cocina y lo encontré muerto, - había empezado a llorar y su voz salía entrecortada.

-Quién lo hizo sabía que Erik no podría defenderse, sus muletas estaban tiradas a un lado, el no tenía su prótesis puesta. Quién lo hizo lo sabía, sabía que el no se defendería. Dios... - Charles lloraba, y su respiración era dificultosa. El abogado le dio unos minutos para tranquilizarse.

Después Howlett continuó con el interrogatorio,

-¿Se sentía de ese modo al despertar por haber consumido alcohol?,

-No lo creó, solo tomé tres vasos de whisky. Pero recuerdo sentirme entumecido y mareado, me desvanecí al poco tiempo de llegar a la habitación. Erik y yo estábamos intentando, ya sabe, hacer el amor y todo se volvió borroso, solo lo escuché decir mi nombre por última vez y después estaba muerto,

-La prueba de parafina la hicieron en mi presencia mientras estaba inconsciente, vendrán a hacerle una de alcohol en sangre y otra de narcóticos, estoy seguro de que ahí hay varias respuestas a lo sucedido,

-¿Usted confía en mí, abogado?,

-Es mi cliente,

-Eso no responde a mi pregunta,

-Estoy seguro de que no lo hizo y vamos a dar con el culpable, - Charles suspiró con resignación,

-Abogado, antes de irse necesitó pedirle un favor,

-Dígame,

-Necesitó hablar con Jean o con los señores Lehnsherr,

-Debido a su situación actual y al curso de la investigación, tiene prohibido el contacto con otras personas, yo soy la única persona con la que puede hablar. Lo siento, - Charles se veía descompuesto, una lágrima rodó por su mejilla y Howlett le ofreció su pañuelo.

Su ética no le permitía reconocer que el viudo era hermoso. Le parecía que Xavier estaba perdido y que en realidad necesitaba mucha ayuda. Confiaba en el y sabía que alguien trataba de inculparlo.

LOSING MY MIND. (CHERIK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora