LOSING MY MIND. (CHERIK)

IV.

Jean fue la primera en aparecer en la puerta de la mansión, cinco minutos antes de que Charles diera ingresó al personal.

Escuchar el timbre lo hizo salir de la cocina con rapidez, apretó el botón del intercomunicador,

-Instituto Xavier, en que puedo ayudarle,

-Hola Charles, buen día. Soy Jean.

-Buen día Jean, dame un segundo, ya abro, - Charles tecleo la contraseña y el típico sonido se escuchó. Abrió la puerta para dejar entrar a la Dr. Grey.

Ambos fueron directo al despacho de Xavier. Iniciaron una plática corta y ella le entregó el expediente de Erik, Charles lo agradeció encarecidamente y ambos se dispusieron a sus actividades.

Para la hora del almuerzo, Charles no acompañó a sus compañeros y prefirió tomar sus alimentos acompañado de la lectura del expediente.

Mientras degustaba el té y un par de galletas de mantequilla, hacía anotaciones en su libreta.

Erik Lehnsherr 35 años.
Militar retirado por lesión. Amputación transfemoral de extremidad inferior izquierda. Miembro fantasma (DMF). Síndrome de Estrés postraumático.

Charles suspiró con fuerza en un intento de encontrar la calma, ellos eran un par de supervivientes de diferentes tragedias.

Había mucho por hacer pero todo iría con calma y cobrando forma según las terapias avanzaran, ahora solo faltaba esperar la noche para conocer a Erik.

Todos se despidieron un poco antes de las ocho de la noche, Charles había activado el sistema de seguridad mientras su nuevo paciente llegaba.

Fue directo a darse un baño y cambiar su ropa, probablemente sí Erik lo veía con algo menos formal se sentiría más tranquilo y confiado, optó por uno pantalón de vestir color caqui y un cardigan azul, los zapatos eran lo de menos, así que optó por algo cómodo.

Eran casi las nueve cuando el timbre soñó. Charles repitió la acción de la mañana,

-Instituto Xavier, en que puedo ayudarle,

-Hoo... Hola, soy Erik Lehnsherr y tengo una cita con el Dr. Xavier,

-Hola Erik, soy Charles Xavier tu nuevo psicoterapeuta, dame unos segundos, - el sonido del sistema de seguridad anunció que la puerta ya no estaba bloqueada.

Charles jaló la puerta para dejar entrar a Erik, ambos se vieron y sonrieron.

No podía negar que Erik era un hombre imponente, atractivo, fuerte y varonil, pero Charles estaba cumpliendo una condena impuesta por el mismo.

El se había negado totalmente al amor, no se consideraba digno de tales bendiciones en un mundo en donde sus padres no pudieron seguir amándose como pareja y en donde su pequeña hermana, no había experimentado tal sentimiento hacía otro ser que no fuese su familia.

Olvidando las vacilaciones de su mente, alargo la mano para saludar de modo educado a Erik, quién recibió el saludo con un poco de timidez, sonrieron un poco antes de que Charles le pidiera que lo acompañara a la cocina.