I.

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Antes de desvanecerse frente al cuerpo de su esposo, Charles no dejaba de pensar,

¿Quién habría matado a Erik? y ¿Porqué la policía ya estaba en camino?.

Despertó en una habitación pequeña con una lámpara de luz blanca muy intensa.

Estaba semi recostado sobre la mesa, tenía una camisa apenas abotonada que por lo menos eran tres tallas más grande que la suya. Su pecho aún conservaba pequeñas manchas de sangre seca al igual que sus manos.

Se encontraba sentado en la silla de ruedas y con una mano esposada a la mesa, todo parecía irreal. Entonces a su mente vino la imagen de su esposo muerto y apenas alcanzó a hacerse a un costado para vomitar toda la hiel que invadía su cavidad bucal.

Claramente estaba en una sala de interrogación, detenido.

El detective Stryker ingresó con aire autoritario a la habitación y con una mueca de desagrado observó el piso,

-Veo que ha reaccionado señor Xavier. Tengo noticias nuevas, usted es el principal sospechoso del asesinato del señor Erik Lehnsherr,

-¿Yo?. Acabó de casarme con él. Yo amo a Erik, el es, era mi esposo. Yo, no. ¿Cómo?,
¿Cómo podría haberlo matado?,

-Se sorprendería al saber cuántas personas argumentan lo mismo que usted y terminan siendo culpables,

-Yo no, yo no lo hice,

-Le convendría hablar señor, ya que los resultados las pruebas de balística están por llegar y estoy seguro de que sus huellas están en esa arma,

-¿Cuál arma?,

-No se haga el inocente y juegue con mi paciencia. El arma estaba en su mesa de noche. Sabe, están por venir hacer la prueba de parafina, y de verdad le convendría aceptar que mató a su esposo,

-Yo no lo hice, esa arma no es mía. Yo no tengo armas, ¿Porqué habría de querer matar a Erik?, si el es la única persona que me amaba y me ayudo a mejorar,

-Sabe, hablamos con los señores Lehnsherr y ellos piensan que usted lo asesinó y también consideran que usted está enfermo de la cabeza, - dijo aquello con malicia y apuntando con los dedos su sien.

Esa conversación era una completa mentira de Stryker, pero de verdad cimbro las bases del autocontrol de Charles,

-Yo, yo, yo, yo... - no dejaba de pronunciar. Yo no lo hice, - Charles jadeaba tratando de que un poco de oxígeno llegará a sus pulmones pero era inútil, poco a poco su cuerpo se fue recostando sobre el respaldo la silla de ruedas. El pecho le dolía, sus ojos se pusieron en blanco y su cuerpo se desvaneció por completo.

Stryker gritó histérico,

-¡Mierda!, - salió por la puerta de la habitación gritando, -¡Maldición, traigan a un doctor!...

LOSING MY MIND. (CHERIK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora