Lagrimas De Un Ciego: Las Estaciones Del Amor ( COMPLETA )

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Despierto en la mañana bajo una carpa, en la que María me había llevado después de haber se gastado el dinero que le había regalado para que se comprase algo. Abrí los ojos y siento la primera gota de agua en mi rostro, me levante y desperté a María para que saliéramos a otro lugar y refugiarnos.

——¿Que pasa Simón?——Se despertó de mal humor—¿Porqué me despertaste? ¡quería seguir durmiendo! Soñaba con que era muy muy rica.

—María, dame mi palo para levantarme, y ayudame a pasar la calle, esta lloviendo y necesitamos ir a otro lugar.

—¡No me quiero mojar! Me quiero quedar aquí.

—Vamos María, esta goteriando, colaborame, andale—Le estire mi mano para que la cogiese, se levanto de dónde estaba y me ayudo para pasar la calle. El agua estaba muy fría, y los demás sentían demasiada alegría y se podía escuchar cómo los charcos de agua eran ocupados por saltos de felicidad. Y de repente sentí que la bulla se acabó, y escuché el sonido de un auto que pasaba por la calle. <<Ahí esta>>Escuche una voz muy conocida.

—¿Qué les pasa? ¡No me quiten a mi amigo!? ¡No!...—María comenzó a gritar—Sentí que dos manos grandes y fuertes me separaron de ella y me arastraron hasta donde estaba un carro parqueado<<Cierrenla puerta>>.

—¿Q-Que es esto?—Sentía un miedo detestable, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y mi corazón latía rápidamente.

—Hola Hermanito—Era Henrry, con razón decía que esa voz me parecía muy conocida, me había llevado hasta su limusina, sentia el puesto muy cómodo y el espacio grande.

—¡Bien! ¿Puedo bajarme?.

—No, quiero hablar contigo...Tienes 3 minutos para escucharme

—Empiezo a contar desde ya.—Respondí con soriedad.

—Mira Simón, tú más que nadie sabes lo arrepentido que estoy por mis malos actos, y ahora que te tengo quiero aprovechar este momento para pedirte perdón por lo malo que hice contigo, a lo largo de mi carrera me he dado cuenta de que las personas que alguna vez me dieron afecto, fueron las que mas lastime, por eso te digo, aceptas mi perdón.

Sus palabras me habían echo calmarme un poco y desaloje mi mente, me sumergi en los recuerdos del pasado, y me pare frente a el, entre a una pequeña puerta que decía, "Henrry Velez y su vil traición" Recorde cada palabra que salía de su boca y cada acto que hizo para lastimarme a mí que era yo quien mas lo admiraba por su Inteligencia y forma de pensar cuándo no me había dado cuenta de lo que realmente era el...Salí de mi pasado y volvi a el presente, respire hondo, y con mucha cautela le respondí con una pregunta.
—¿Que es lo que realmente buscas?.

—Tu perdón.

—¿Y porqué ahora?.

—Porque me arrepiento del mal que hice, Quiero rehacer mi vida, comenzar de nuevo.—Respondió.

—Escucha mis palabras y espero que las tengas en cuenta. El perdón es un regalo discreto, que dejas en el umbral de la puerta de aquellas personas que te han echo daño, el perdón comienza cuando recuerdas a quien te lastimó y le deseas lo mejor. Los errores son perdonables si uno tiene el coraje de admitir los...Esperó que tú los estes estés haciendo.

—Claro que si hermano.

—Entoces buscame mi perdón entré todas las oportunidades que te di y que no valoraste, porqué no eran diamantes ¿Verdad? En la vida tienes que aprender a cuidar y valorar lo que tienes porque puedes perder oro por andar recogiendo tierra.

—Por favor hermanito, perdóname.

—Te falta mucho por aprender, mi perdón no lo tienes, pídele perdón a Dios.—Di la orden de que abrieran la puerta para salir del carro—Te deseo lo mejor, hermano. María llegó donde yo estaba parado, y me abrazó, fuertemente<<Amigo>>Me cogio de la mano y me llevo donde estaba, la lluvia había escampado y solo había agua.

—¿Estas bien? ¿Te hicieron daño?—Preguntaba María desesperada.

—No, tranquilízate, no me hicieron nada malo.—Respondí dándole una sonrisa.

—¿Porqué sonries?.—Preguntó María.

—Con esta sonrisa le agradezco a la vida, y le enseño de que esta sonrisa, es el resultado de todo lo bueno que ella ha echo por mí.

La abraze y le pedí el favor de qué me pasará mi guitarra, tenía que salir a buscar algo para comer y después pasar a la iglesia, María prometió acompañarme todo el día.

Pasamos por esa calle ancha en donde pasaba casi todo el tráfico para salir de Caracas.

Me sente en una banca en el Parqué, mas cercano del lugar dónde yo me refugió y comenze a cantar, María me ayudaba a pedir, yo cantaba y ella recibía el dinero y lo echaba en el tarrito donde sienpre recogía yo la limosna.

María, mi mejor amiga, mi acompañante, en mi vida yo nunca pensé conocer a una persona con tan buenos sentimientos, a pesar de estar mentalmente afectada es una buena persona, y se que el día que ya no este conmigo, ella estara arriba con Dios descansando de tanta maldad en este mundo.

El dinero: Las personas aristocráticas dan la apariencia de estar siempre a gusto con lo que tienen, pero en realidad siempre estan a la defensiva, piensas que muchos de nosotros se acercan a ellos por interes.

El dinero es una hoja de papel que sale de un arbol y es creado por profesionales, convirtiéndolo en un tesoro, mi pregunta es ¿Si sale de un árbol, porqué todos nosostros dejamos a un lado las hojas de un árbol por recoger las mismas? Cuando lo que hay que valorar en realidad es todo lo valioso, la naturaleza, los rios, el agua, y la vida etc.

Hicimos mucho dinero, anduvimos por la ciudad toda la tarde y tomamos tiempo para asistir a misa, eran las 10:00 pm de la noche, y el tráfico ya habia disminudido.

Salimos de la iglesia, y nos dirigíamos a el callejon, la calle ancha por la cual siempre pasabamos estaba muy cerca, hasta que sentí que unos pasos caminaban atras de María y yo. Me detuve y le hice caso a mi intuición.

—¿Porqué se detuvieron amiguitos?—Voltee y respondí con mucha valentía.

—¡En esta sociedad! Todos somos hermanos, y no veo el porque de tu expresión tan pícara.

—Simón, tengo miedo—Susurró María, yo la abraze.

—Mira cieguito, quiero que me pases la guitarra y todo tu ¡Maldito dinero! Coño, dame todo ya.

—!NO¡.—Respondí.

—A que sí, Georgi, ven—Senti que de nuevo me separaron  de María.

—¡No! ¡Auxilió! ¡Auxilió! ¡Auxilió!—María comenzó a gritar, y escuché cuando le dieron un golpe, no sabía exactamente donde pero no volví a escucharla gritar.

—María—Grite y me tiraron a el piso, me golpearon en el rostro y me quitaron la guitarra, María tenía el dinero y me imaginé qué tambien se lo habían quitado.

Cai en un sueño, totalmente inmóvil, sin saber que había pasado con María.