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Me desperté en el mueble, me sentía mareado y me dolía un poco la cabeza. Al tocar mi frente me di cuenta de que tenía mis gafas negras puestas y tenía mi ropa como me la puse, en buen estado<< ¿Todo fue un sueño>>me pregunte. Así que decidí llamar a Elizabeth, y a ver que no me contesto caí en cuenta de que nada había sido un sueño; desgraciadamente.

Solo pensaba en lo que podía recordar

¿Cómo le diré a Elizabeth que bese a Regina? ¿O cómo le explicare que acosté con ella? Mierda. Mi cabeza solo pensaba en eso y en nada más que eso, ella era una desgraciada. Puso en riesgo mi matrimonio.

—— ¡Carajo!—Grite fuertemente— ¿Elizabeth?—No me importaba lo que fuese a pasar lo que importaba era que yo le dijese a ella lo que había sucedido.

— ¿Simón?—Escucho que alguien abre la puerta rápido— ¡Amor! ¿Por qué estás en el piso? ¿Y llorando?

—No, no es nada Elizabeth...Necesito hablar contigo. Pero antes cuéntame ¿Qué pasó?

—Lo que paso fue que ese comprador anónimo que ha estado buscando poder al costo que sea dejo una advertencia que decía que iba a poner su fábrica encima de ese lugar en que estamos ayudando sin importar lo que costará y sin importar el daño que hiciese.

— ¿Qué?—Me asombre de inmediato— ¡No puede hacer eso! ¡¿Qué le pasa?!

—Sí, también dije lo mismo. Pero nosotros quedamos con hablar con el alcalde para que no lo permita. Mañana mismo lo citamos para hablar con él.

— ¡Me alegra!—Dije yo sonriendo un poco.

—Ahora sí. Cuéntame ¿Qué me querías decir mi amor?

—Elizabeth—Tenía nervios—Yo...—Vacile unos segundos antes de hablar—Tú sabes que yo te amo mucho ¿Verdad?

—Si

—Yo...yo...yo—No sabía cómo empezar, me sentía muy mal al respecto.

—Dime. Me estas preocupando; mi amor ¿Qué pasa?

— ¡Yo estaba realmente preocupado por ti! ¡Mientras estabas afuera! ¡De verdad! ¡Lo juro!—Al final no se lo dije, no tuve la suficiente valentía como para decírselo. A pesar de las tantas pruebas que nos puso la vida, para mi esa era la más dura.

—— ¡Oh no! Simón, no tenía porque. Sabes que me se cuidar muy bien—Limpió mis lágrimas y me abrazó seguido de un beso en la frente—Tengo sueño; Vamos a dormir ¿Si?

—Está bien...

Al día siguiente.

Me estaba despertando cuando de repente siento un sobre arrojado en mi rostro, me golpeó mi ojo derecho y una parte de mi rostro se vio rodeada de ardor insoportable.

— ¡Eres un desgraciado! ¡Maldito!! ¡Yo confié en ti!

— ¡Pero! ¡¿Qué pasa Elizabeth?! ¡¿Qué pasa mi amor?!—Se escuchaba alterada y me empujaba con fuerza—Dime, que cosa—Sentí una cachetada en mi rostro fuerte y con rabia de parte de ella.

—Cínico, descarado ¡Me engañaste con Regina!...¿Por qué carajo ella envió estas fotos? ¡¿Porqué?! ¡¿Disfrutaron mucho su película porno?! ¡Dime! Yo te entregué mi cuerpo, mi casa, mi confianza y me case contigo y me pagaste con traición ¡Desgraciado!

—Yo te puedo explicar lo que paso realmente ¿Si? Pero tranquilízate. Por favor.

—¡¿Cómo quieres que me tranquilice, si hay 8 fotos de ti haciendo el amor con la que pensaba que era mi mejor amiga, en mi casa?! ¿Cómo quieres que lo haga?...sé que la vida nos ha puesto pruebas pero esta es una promesa rota. Juraste ser feliz conmigo todos los días al igual que serme fiel—Me decía mientras lloraba sin parar—Estoy herida ¡Rota!—Lloraba y lloraba, yo trataba de consolarla pero lo único que conseguía era más bofetadas por parte de ella.

Lagrimas De Un Ciego: Las Estaciones Del Amor ( COMPLETA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora