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——Ten, toma un poco de jugo, te hará sentir bien, en un momento traerán tu desayuno ¿de acuerdo?—Aquella mujer que se quedo conmigo apoyándome en mi sufrimiento, estaba ahí de nuevo conmigo, además de María y mi madre, nadie mas se había preocupado de tal manera por mí.

——Muchas gracias.

—Me llamo Elizabeth López y para mi es un gusto ayudarte Simón.

—¿Porqué? ¿Porqué lo hace Srta. Elizabeth? Si tan solo soy un ciego que vive en las calles de Caracas.

—Precisamente por ello es que he decido ayudarlo, y porque lo vi a usted a mitad de la calle en el piso sangrando al igual que a María, y no podía dejarlos ahí sufriendo, no me gusta ver a un ser humano sufrir, y por ello estoy en proceso de crear una fundación en donde todas las personas que viven en las calles reciban mejor atención y un apoyo incondicional, porque no es fácil vivir haya fuera.

—Y mi pregunta es ¿Como se llamara su fundación? ya se, no me diga ¡El manicomio de los locos! ¿Verdad? Porque todos piensan que somos extraterrestres, pobres y sucios que dañan a el mundo con su presencia. Cuándo en verdad somos seres sensibles, que alguna vez fueron como usted pero el tormento de esta sociedad es tan grande que esta conforma por monstruos llamados "El gobierno" y no tiene miramientos al expulsar a alguien, Srta. Elizabeth, el amor existe, el sentimiento puro y la belleza interior igual y usted debe de saber que uno de los valores mas importantes en la vida es la igualdad humana.

—Estoy sin palabras, Simón, pero déjame decirte que te equívocas, porque yo también viví haya afuera, incluso nací en las calles, pero me mantuve firme y gracias a mi mayor guía es decir Dios estoy aquí. Quiero escribir un libro en donde el sentimiento llamado amor este presente desde el primer capítulo, en donde todo el mundo tenga en cuenta la importancia de la igualdad entre todos nosotros, y quiero que tu me ayudes, porque veo en tu ser interior un hombre lleno de valores ¿Que dices?—Al decirme esas palabras la entendí y supe que debía ayudarla, estaba en deuda con Elizabeth.

La palabra ayudar: como todos saben la ayuda no la da cualquiera, solo esos seres que son felices y piensan su futuro desarrollando día a día su parte humanitaria y espiritual tienen en cuenta el poder de la palabra ayuda o favor, porque mientras muchos tienen en cuenta un favor que deja deudas estos tienen en cuenta la gratitud y la generosidad a la ayudar a los demás.

—Claro que lo hare, y sería un gustó ayudarla en el proceso de escritura de su libro.

—Gracias, oh, ya llego el desayuno.

Esa mañana en el desayuno ella me ayudo alimentarme, era muy delicada y amable, transmitía un aura de paz y seguridad. Me agradaba.

La mañana se convirtió en tarde y Elizabeth se retiro para ir a su casa y ducharse, comer algo y regresar ya que solo tenia una semana para escribir ese libro. Yo estaba reflexionando sobre muchas cosas ¿ y si en el mundo no todos los que consideran hoy en día de la alta sociedad son malas personas como algunos lo son? ¿y si Elizabeth era mi ángel guardián? Solo sabía que estaba mas calmado y que María siempre estaría en mi corazón por siempre.

Mis pensamientos seguían siendo melancólicos y tristes pero las lagrimas ya no estaban, me sentía mas fuerte y poco a poco mi optimismo regresaba.

—¡Hola!—Elizabeth llego de nuevo—Traje jugo de fresa, unas fresas, sopa, ensalada, pollo con salsa BBQ, un cuadernillo, lápiz y mi maquina para escribir. La visita durara tan solo dos horas así que hay que aprovechar. Tu mes das frases, consejos y yo escribo y especifico ¿De acuerdo? Ha trabajar.

Sonreí, ella me abrazo y se sentó a mi lado para comenzar su trabajó.

—¿Elizabeth, como se llamara el  libro?

Lagrimas De Un Ciego: Las Estaciones Del Amor ( COMPLETA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora