Capitulo 4: ¿Ya llegaste?

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Fue cuando recibió otra llamada, Victoria contesto rápido para no despertar al bello durmiente.

—Victoria buenas noticias ya estamos en Indianápolis, todo bien hasta ahorita, en unos 5 o 10 minutos Brittany estará con ustedes —dijo Olivia un poco más tranquila.

—Me alegra mucho, ahorita Albert estaría de insoportable, lo bueno que está dormido.

—Oh Albert es un encanto, te pediría que no lo despiertes...

—¿Por qué?

—Usted solo hágalo, ¿Si?... —se escuchó una tercera voz que era la de Brittany.

Mientras Victoria dejo que Albert siguiera durmiendo fue cuando de nuevo, su celular sonó, ahora era Brittany de nuevo, estaba en la pequeña plaza que había en la ciudad, ahí seria donde se verían las dos mujeres. Brittany camino por toda la plaza, la exploraba, la recordaba mas grande, o ella creció a lo mejor, era la segunda opción, Brittany llevaba unos shorts de mezclilla, una blusa algo grande color blanca, mientras que abajo llevaba un bonito top turquesa, que combinaba con su piel blanca. Esta llevaba su cabello rojo cereza con una trenza larga.

-¿Qué mierda paso aquí? Este no es lugar que yo recuerdo...

Victoria salió de la casa, sin hacer ruido, al salir al patio se encontró con su marido, este algo metiche le pregunto a donde iba, esta solo contesto "Iré por Brittany, no tardo", así que se dirigió a la plaza, siguió caminando y fue cuando se encontró a la pelirroja, sentada en un banco público, jugando con sus maletas de 2000 a 5000 dólares.

—¡Que grande estas! —decía Victoria, y después la abrazo, esta correspondió el abrazo.

—Sra. Seville es un gusto volver a verla...

—El gusto es mío, anda debes estar cansada por el viaje, vamos te ayudo con una maleta

Asintió, y solo le dijo un "gracias" y después sonrió, de regreso a la casa de los Seville había un silencio sumamente incomodo, y fue cuando Brittany lo corto.

-¿Y cómo ha estado Albert?

— Vaya se nota que los dos se extrañan, Albert no ha dejado de hablar de ti, es un perico, no hay nadie quien lo detenga...vamos ya tranquilízate, Ah si, ¿ves esa casa color crema? Bueno esa es nuestra casa, creo que si te acuerdas.

Brittany la vio desde lo lejos, al principio la desconoció por completo, pero fue cuando se le refresco la memoria.

-Como no acordarme

-Llegamos

Victoria abrió la puerta y dejo que Brittany pasara a diferencia de su casa, es que esta casa era mucho más pequeña, pero se veía cómoda. James salió y abrazo a Brittany y después tomo las maletas de la chica.

-Bienvenida

-Gracias señor Seville

-Me llevare esto- dijo James y se llevo las maletas y las puso en la sala.

Brittany entro a la casa, y los recuerdos de su niñez empezaron a salir a flote, James llego y se llevo las dos maletas de la chica y las llevo a una habitación, cosa que Brittany no sabía a cual de todas... Victoria por otra parte, estaba acomodando unas cosas de la sala...se sentía cansada por el rato que estuvieron ella y Brittany caminando de la plaza hasta la casa, aunque para Brittany fue demasiado rápido aquel viaje que hicieron.

-Oh querida si quieres puedes sentarte, ahora estás en tu hogar

-Oh gracias señora Seville, eso hare-

Estaba impaciente veía a los señores Seville, pero ningún rastro de el menor de ellos, "¿Dónde estás Albert?" esa pregunta se la hacía miles y miles de veces, la chica estaba dando la espalda a la sala, así que decidió por fin poner el culo en unos de los sillones, vio una sofá bastante raro, no tenia forma de sofá, a parte había una cobertor arriba de él, le dio tentación de sentarse ahí, y lo hizo sentándose en aquel lugar, ¡Qué diablos!, este sofá no estaba para nada cómodo, la chica empezó a moverse, a ver si así agarraba forma aquella cosa, uno que otro segundo algo apenada miraba a Victoria, lo bueno es que la Sra. Seville estaba entretenida en la cocina. Seguía haciendo movimientos raros en aquel sofá, que por cierto era todo menos un sofá. Esta seguía, cuando una voz ronca masculina la asusto por completo, en un momento de locura, pensó en James, pero este no se encontraba en la sala, así que la chica empezó a dar pequeños saltitos sentada en aquel sofá, un gemido masculino volvió a escucharse, algo asustada siguió dando saltos.

-Jaja dios esta cosa hace gemidos, me pregunto que será...

-¿Gemidos?- intervino Victoria

-Ahh si esta cosa hace gemidos, que extraño...

La chica seguía jugando con aquel bulto del sofá, dando saltos, empezando a moverse de manera algo malpensado, volvió a echar vistazos a Victoria, y esta seguía en la cocina, la chica observaba aquella cosa, fue cuando en facción de segundos pego un grito tan fuerte al sentir algo que no hayo forma rozaba con su nalga.

-¡¿Brittany que paso?!- dijo alterada Victoria

-¡Esa cosa que está debajo del cobertor me toco una nalga!

-Oh ya veo... ¿Por qué no quitas ese cobertor y te fijas quien fue el que toco tu nalga?

-S-si- dijo la chica e hizo caso a Victoria.

Quito de manera rápida y brusca el pesado cobertor, y fue cuando lo vio. A un atractivo varón pelirrojo-castaño, Brittany se quedo en shock al ver aquel chico que estaba debajo de ese cobertor, estaba completamente dormido, con aquel movimiento los cabellos rebeldes de su frente se movieron haciendo que aquel chico se viera más atractivo de lo que era, no podía creerlo era él, Albert, cuantos años, mira lo alto que esta y todavía recordaba cuando ambos estaban del mismo tamaño, "¡Joder!", la chica lo miraba de arriba hacia abajo, y no podía evitar morderse los labios, "¡Mierda Albert mira lo guapo que te pusiste, guapo no, buenísimo, y todavía recuerdo cuando éramos niños y te decía: pulga flacucha cabeza roja y te enojabas, y hasta te ponías a llorar!, que recuerdos, mira lo papi que estas, que pecho, que piernotas ¡pura fibra!" mientras fantaseaba, Victoria la saco de sus pensamientos bruscamente.

-¿Quieres que despierte a Albert?- Dijo susurrando

-No, no lo despierte, quiero hacerle una grandiosa sorpresa, y necesitare mucho de su ayuda Victoria

-¿Cuál es el plan?

Brittany volvió a echarle un vistazo a Albert, y llevo a Victoria al cuarto de la mujer, cuando llegaron vieron a James acostado viendo la tele, Victoria y Brittany se sentaron junto al hombre, y esta les empezó a explicar el plan, ambos Victoria y James, aceptaron con gusto.

-De acuerdo señores, el plan no puede fallar...

Chica Citadina EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora