Capitulo 11: Vida viene Vida se va.

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Exactamente a las 8:00 de la mañana el aparato latoso llamado despertador empezó a pitar con fuerzas, se notaba que tenía ganas de joder, y si lo estaba logrando, después de que sonó varias veces Albert termino destrozándolo en miles de pedazos, como si fueran células de un cuerpo humano.

-¿Qué diablos hiciste?- dijo Victoria tallándose los ojos.

-Bueno solo roce mi mano con el despertador... eso fue todo

Victoria fulmino con la mirada a su hijo, el sarcasmo de Albert a veces era molesto, pero las preguntas que hacían eran algo "ilógicas".

El despertador de Brittany sonó a los 2 minutos, la chica como muerta en ataúd despertó apagarlo, sintió una flojera pero después miedo y luego nervios, se dio cuenta de que iria a la escuela por primera vez, en una diferente ciudad, diferente estado... ¡Oh santos cielos!

Levantandose como alma que lleva al diablo, se empezó a peinar, pero era algo tonto, asi que decidió darse un baño rápido uno de esos que duran como 5 o 6 minutos, después abriendo su armario saco la ropa que aparto desde la noche anterior, una bonita blusa que dejaba ver su abdomen, blanca con un gran 19 en el centro, y haciendo juego con unos shorts de mezclilla y converse azules, estaba lista, no, no es cierto, le faltaba peinarse.

"Dios, ¿qué hago? Una trenza, no para nada creerán que soy una reverenda puta, para nada, mejor, mejor, ¡ya se!, una cola de caballo, no, mejor no, creerán que soy una anticuada, ¡para nada!, humm, trenza francesa, no definitivamente no, uh... ¿Qué tal una cebolla? No, muchas chicas llevan eso, ¿Qué tal si me rapo? No, para nada, me tardaría siglos, y me imagino que Albert a de estar esperándome, ¡Oh lo tengo! mejor llevo el cabello suelto, oh Brittany estúpida, ¿Por qué no pensaste en eso?"

Mientras la cabeza parecía un microondas, decidió dejarse el cabello suelto, y bajo las escaleras rápidamente para almorzar.

-Llegas tarde Miller- dijo Albert

-Bueno estaba pensado en que hacía con mi cabello...

-¿Te quemaste casi pensado en cómo diablos ibas a llevar tu cabello, y te lo dejaste así como te dormiste? Wow que pensamientos tan profundos, deberías ser pensadora

-No es gracioso Albert- intervino James.

-Por supuesto que lo es...

-Muy gracioso Seville, pero en vez de estar de chistosito, deberías pasarme la leche

Albert hizo una mueca de frustración, lo malo de aquel chico, es que nunca sabias si estaba enojado o triste o feliz, oh infinidad de estados de ánimo, Brittany se comió su cereal rápido, y subió a su habitación a lavar sus dientes, tomo su mochila color verde limón, y se regreso, Albert estaba en la puerta esperándola.

-Ya vámonos

-¡Los veo hasta las 3!

-¿¡HASTA LAS 3?! ¡POR QUE NADIE ME DIJO ESO!

-Ya cállate y vámonos

Albert tomo del brazo a Brittany y ambos se dirigían a lo que sería el nuevo instituto para la pelirroja. Al llegar a la escuela, Brittany la examino, no estaba tan mal, era enorme y bonita, bastante cómoda, ya que bonita muy bonita no lo era, había una escaleras al principio de los enormes edificios, ambos terminaron subiéndolos con algo de pereza, hasta que llegaron y penetraron el lugar.

-Bien Brittany, sígueme, la maestra Mary te dará tu horario, y después ya podrás ir a la clase que este lo indique

-Gracias pero lo dices como si no conociera un puto horario...

Chica Citadina EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora