Capitulo 12: En Problemas... Y ¿Celos?

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Albert recargado con el barandal de las escaleras del instituto, seguía esperando Brittany. Estaba frustrado y al parecer el sol de las 3 de la tarde no ayudaba en nada y se ponía de mal humor. La puerta principal se abrió y con la esperanza de que saliera de ahí fuera Brittany eran altas, pero no lo era, la chica que salió tenía toda la ropa desgarrada bueno casi y se veía hasta su sostén, en un brazo con un lápiz labial tenia escrito “Perra Oxigenada”, y todo su cabello en pocas palabas estaba hecho una reverenda mierda, Albert se quedo congelado al verla, y de tanto ponerle atención se dio cuenta que era rubia y era Charlene, la chica cuando lo vio suavizó la mirada. Parecía tensa o algo asi.

-Oh Albert qué bueno que te veo…

-¡Charlene dios mío! ¿Qué te paso?

-Brittany la puta zorra pelirroja, ¡ella es el problema!

Albert intento no reírse.

-Exageras, Brittany no sería tan capaz de hacerte eso, por dios ¡Hoy se conocieron!

-Oh pues mira qué bonita bienvenida me dio, la muy puta, pero obviamente eso no quedo así, yo también le di unos buenos golpes, ¿Albert me llevas a mi casa? ¡Di que si, no quiero que la gente me vea así! ¿Sí?

-Lamentablemente tengo que llevar a Brittany, y si las llevo a las dos, tengo posibilidades de morir… llamare a Larissa, para que te lleve ¿de acuerdo?

Charlene se vio furiosa por el comentario de Albert, pero termino accediendo.

-Tu ganas Seville, pero espero que para la próximas no te contengas a mis encantos- después de esto le guiño un ojo.

-Oh vamos Char, podrás estar toda golpeada, pero aun así eres preciosa.

-Oh Seville, lo sé… ah y no se te olvide la…

-Fiesta, si entendido Williams ya vete, antes que alguien te vea.

Charlene sonrió victoriosa, y bajo las escaleras con sus tacones en la mano, llego hasta la banqueta y subió al carro de la tal Larissa. Albert solo apreciaba hasta que una voz femenina lo saca fuera de onda.

-Es una perra estúpida…

-Así que, ¿tú fuiste la que puso en su brazo “perra oxigenada”?-dijo sin verla

-Así es, se lo tenía muy merecido

Albert voltio a ver a Brittany, y dio un salto al ver la tan “golpeada” tenía su cabello todo hecho mierda, estaba tan alborotado que parecía melena de león, al igual que Charlene el sostén de Brittany se asomaba, Albert no pudo evitar echarle una mirada, mientras que el labio inferior tenía una herida, no muy grave, pero si era visible.

-Brittany Miller, tienes suerte de que Charlene no sea muy buena en golpes, ¿¡te das cuenta de que casi la matas!?- dijo de manera brusca.

-¡Que! ¿Y porque la defiendes? Es una perra del mal

-No la llames así, ni ella ni tu son perras- después de eso dio un suspiro bastante largo- andando Britt tenemos que ir a la casa, ya se nos hizo tarde

Brittany tomo su mochila, Albert la vio de pies a cabeza, estaba toda desaliñada, sus converse tenían un garabato, que llamo la atención de el chico, tomo el brazo de la pelirroja para ver el extraño mensaje.

-¿Qué carajos?- exclamo la chica.

-Aguanta- dijo Albert, mientras este se agachaba y tomaba el tobillo de la chica.

Albert tomo el tenis de la chica y después de examinarlo supo lo que decía el mensaje.

-Esto lo hizo Charlene ¿verdad?

Chica Citadina EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora