Capitulo 13: De Día de Porquería a Día ¿Feliz?

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A la mañana siguiente, espera… ¿Cuándo me dormí?, amanecí y estaba en mi habitación y a lado de mi precisamente estaba Albert, lo contemple, era un ángel, bueno o eso parecía a simple vista, porque era el mismísimo diablo, solo le faltaban los cuernos y la cola, pero aun así, era demasiado angelical, ¡Dios Brittany! ¿Porque pienso en esto? Por dios santo, solo somos amigos, nada mas amigos, el tendrá a su bonita novia modelo Victoria Secret, y yo mi súper novio modelo noruego, solo… pero en realidad yo no quiero un novio que no sea… Albert, solo él, me gustaría que fuera tan fácil decirte lo que siento por ti, desde niños, yo sentí por ti hermandad, y por lo que veo tú también a mí, pero crecimos, desde que te vi, cuando llegue aquí, no pude evitar pensar: Bendita Pubertad, dios Brittany, sácate eso, tendré que meterme la aspiradora por la oreja para que succione todos estos pensamientos”

Rendida, se dio cuenta que todavía tenía la ropa de ayer, estaba bastante cansada, al observar sus tenis, no pudo evitar que la furia volviera a ella, si bueno, cuando tienes tus tenis blancos y que en el talon de estos diga “Incubadora de Penes” dudo que estés feliz, y que la persona que te haya puesto eso, es a la persona a la que mas odias en este mundo.

-¿Albert? Despierta… hay escuela

-¿Qué?- dijo Albert, se paso sus dedos por el alborotado cabello rojo, Brittany trataba de no babear en frente de Albert, no quería parecer obvia, pero simplemente no podía evitarlo.

La chica gateo hasta llegar a Albert, los ojos del muchacho todavía estaban adormilados, la chica quería darle un beso “amistoso” (si claro) de los buenos días, al querer poner su pequeña mano en el muslo de el chico, se dio cuenta de un bulto, que al primer tacto la incomodo, bajo la mirada nerviosamente, y no pudo evitar dar un grito de horror. Albert tenía una erección matutina.

-¿Te gusta lo que ves?

-¿Qué? ¡Estás loco!- dijo Brittany, quito su mano rápidamente.

-Vamos Britt, claro que te gusta lo que ves, se te hace una cascada en la boca y también ahí abajo…

-¡Cállate, maldito pervertido!

-Huh… como digas preciosa

-Anda vete a bañar…- después suspiro- tenemos que ir a la escuela.

Albert frunció el ceño, y de mala gana se fue al baño, dejando la puerta del baño abierta, Brittany se quito los tenis y los tiro lo más lejos posible, y se puso de pie para agarrar una toalla, reviso su teléfono, eran las 7 de la mañana, tenia suerte, esperaría a Albert de que se terminara de bañar, para luego seguir ella, empezó a quitarse la ropa y solo quedándose en bragas y sostén, giro su cabeza y vio la puerta del baño abierta… ese no era el jodido problema… era que Albert está desnudo en frente de ella, y con su erección, ¡OMG!, Brittany se puso colorada, estaba viendo a su amigo desnudo frente a frente… Albert sonreía perversamente.

-Vamos Brittany… ¿Te gustaría bañarte con migo?

-¡NO! Maldito sínico, pervertido… imbécil ¡Cierra la puerta!

-No me hagas correr e ir por ti

-No te atreverías… imbécil

“Puff, que calor hace, o es ¿cosa mía?, claro Albert, es de los hombres que no les gusta recibir un NO por respuesta, así que a pesar de estar desnudo y con una erección, que por cierto me ponía nerviosa, corrió hacia a mí, obviamente trate de no gritar, porque despertaría a James y Victoria, y estos vendrían y al ver a su hijo desnudo y para el colmo con una erección seria incomodo, y yo no ayudo en nada, ya que estoy en ropa interior, sus grandes manos, tomaron mi cintura y empezó a besar mi cuello, me sentí como si fumara docenas y docenas de marihuana, sus labios se sentían tan bien sobre mi piel, sin darme cuenta solté un pequeño gemido, esto al parecer lo emociono”

Chica Citadina EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora