Eran exactamente las 4:30 pm cuando regrese de la feria a la casa, me sentía rara, si, como lo había dicho antes, este día seria inolvidable, me sentía sucia o literalmente estaba sucia. Cuando llegue a la casa, la puerta de la cochera se abrió automáticamente y estacione a Teddy en su respectivo lugar. Comencé a rezar para que Albert no notara alguna anomalía en el coche. Salí de la cochera y cuando menos quería encontrarme con alguien, me tope con James.
-Señorita estas en graves problemas- dijo bastante serio.
Trague saliva, esto no puede estar pasándome, mucho menos a mí. James camino hacia la entrada de la casa y me hizo una seña de que lo siguiera, así que no tuve opción y lo obedecí. Al llegar a la sala principal, Victoria que estaba en un mueble sentada se puso de pie al instante en que me vio. Volví a tragar saliva.
-Brittany ¿En dónde estabas?- dijo suavemente Victoria.
-Puedo explicarlo, de verdad… es que no tengo idea de dónde empezar- dije tartamudeando.
-Porque no comienzas desde el principio ¿Te parece?- dijo James con sarcasmo.
-Si claro- dije
Comencé a platicarles todo lo que sucedió, pero para que James y Victoria entendieran con perfección a lo que me refería, tuve que contarles cuando Charlene era mi enemiga y cuando me molestaba y al final termine abriendo la boca de más y les termine platicando lo de la pelea. ¡Muy bien Brittany! Al ver que James y Victoria estaban perplejos de lo que les contaba también termine contándoles cuando me agarre a golpes al pobre Albert. Al final les dije que su hijo se lo merecía.
-Dios Brittany… ¿Así de problemática eras en New York?- dijo James.
-No, la verdad una disculpa de verdad perdóneme es que cuando llegue aquí me he sentido muy sola- dije intentando no llorar.
-Oh Brittany, ¿Por qué no nos dijiste eso?- dijo Victoria, mientras caminaba hacia mí y me abrazo.
-Pues… no lo se
-Brittany ve a tu habitación, mañana va ser un día pesado- dijo por ultimo James.
Como si fuera un perro regañado termine por obedecer y me fui directo a la habitación, no tenía ganas de hablar con nadie y cuando me tope con Albert, este hará un circo de lo peor, prefiero ignorarlo, pero como si lo hubiera invocado el pelirrojo apareció.
-¿Qué tal la feria?- dijo con sarcasmo, lo fulmine con la mirada.
-Nada que te importe, imbécil- dije.
Albert sonrió arrogante.
-Brittany me gustaría hablar contigo ¿se puede?- dijo
Iba a contestarle pero de repente mi celular sonó, le hice una seña de que iba a contestar y Albert solo asintió.
-¿Hola?
-¡Brittany!- se hizo una pausa-¿Ya no recuerdas a tu propia hermana?
-No puede ser ¡Jeanette!- dije con entusiasmo y comencé brincar como loca.
-¡Brittany!- se escucho otra voz, ahora grite como loca al reconocerla.
-¡Charlotte!- dije con la voz quebrada.
-No, no Brittany no llores- dijo con calma Charlotte.
-Es que no sabes lo emocionada que estoy al saber que no se han olvidado de mí
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Chica Citadina EN EDICIÓN
HumorHISTORIA EN EDICION, PERDONA LAS MOLESTIAS NOVELA COMPLETAMENTE REGISTRADA EN SAFE CREATIVE: Código: 1412252836242 (Prohibido copiar esta obra o adaptación alguna)