Capitulo 37: Adiós Albert.

262 15 2
                                    

La mejor y a la misma vez la peor noticia fue: Es que regresaría a mi bella ciudad New York, obvio, ya necesitaba irme, quería largarme desde que llegue aquí. Desafortunadamente cuando mis hermanas recibieron la noticia no se alegraron del todo, es más, estuvieron calladas durante el día, y hasta fueron distantes, algo no iba bien del todo.

Para mi sorpresa informe a la preparatoria de que me iría, de que no estaba en mis planes todo esto, ¿alguien planearía esto? No por supuesto que no, nadie sabe lo que le toca, en este caso me sentí muy mal, porque había conocido a gente agradable, claro, esas personas se contaban fácil con los dedos y de una sola mano. Cuando Katia se entero de la noticia, organizo una despedida rápida en el receso, estábamos en una sola mesa redonda, ahí: Tom, Jack, Dave el amigo de Albert, Charlene, Katia, Simón, Christian (que no tenía ni la menor puta idea de que hacían ellos ahí) y Albert.

Todos desearon lo mismo: que me fuera muy bien en el viaje, el ambiente era tenso, ya que era una despedida, y las despedidas no son para nada lindas. Todos estaban melancólicos, hasta Dave, ni siquiera lo conocía. Todos intentaban mantener una actitud de compañerismo y optimismo, todos, excepto cierto pelirrojo. Albert.

-No entiendo para que te vas- dijo Jack- ¿Por qué no mejor terminas el instituto aquí mismo?

-Bueno, muy buena tu pregunta, Jack, pero aquí no empecé mis estudios, creo que lo más justo es que los termine en donde empecé en mi vieja escuela- le conteste.

Todos se me quedaron viendo.

-Opino que cabeza roja tiene razón- interfirió Simón.

-Gracias, Simón...

Aquella reunión se ponía cada vez mas incomoda, así que decidí actuar.

-Vamos, no pongan caras largas, cuando todos nos graduemos volveré a verlos

-¿Lo prometes?- dijo Katia, aquella pregunta llamo la atención de todos y hasta de Albert.

-No... perdóname no puedo prometerte tal cosa- le dije cabizbaja.

Katia estaba a punto de contestar pero fue interrumpida por Albert.

-Por supuesto que no puede prometer tal cosa- todos los vieron atentos- porque cuando llegue a New York se olvidara de nosotros, así son los millonarios como ella, solo piensan en ellos...

-¡Vaya, mira quien lo dice! ¡TU ERES IGUAL, Y ESO QUE NO ERES MILLONARIO!

Todos se vieron entre ellos, la incomodidad se hacía cada vez más presente. Albert ya no dijo nada, ya nadie opino nada, fácil pudimos estar de 10 a 15 minutos sin decir nada, todos se veían, se notaban nerviosos.

-Yo...-todos voltearon- nunca los olvidaría, porque al estar aquí en Indianápolis, fue una experiencia única, no diré especial, pero algo original, maravillosa, gracias por todo este mes, ¡fue increíble!

-No digas eso, Brittany, llorare- dijo Katia.

Abrase a Katia tan fuerte, la escena era conmovedora, después a Jack, este acariciaba lentamente mi cabello, y creo que no fue del agrado de Albert, porque este lo miraba con ojos de pistola, el siguiente en a abrazar fue a Dave, era un chico de tez morena y pelo negro, ojos cafés oscuros, era realmente atractivo, y demasiado alto.

-Adiós Brittany

-Adiós Dave- le dije.

Continúe con Charlene, que por un rato estuve unida con ella, ya que no soltaba mi brazo, esta comenzó a llorar.

Chica Citadina EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora