- mi amor solo prometeme que no vas a caer en sus jueguitos - dijo Mario.
- Te lo prometo mi amor - dije.
El resto de los días Arango siguió viniendo a la casa pero yo solamente lo ignoraba. Ya habían pasado 5 meses desde que Mario y yo nos habíamos vuelto novios y decidí darle una sorpresa.
Le dije a Mario que se cambiará y al mismo tiempo hice lo mismo, Llamamos un taxi y nos subimos.
- a donde vamos mi amor? - pregunto Mario.
- es una sorpresa - dije.
Mario solo asintió con la cabeza y me dio un pequeño beso en la frente mientras me daba un cálido abrazo.
- yo también te tengo una sorpresa, pero cuando lleguemos a la casa - susurro en mi oído.
- bueno mi amor - dije.
Llegamos a un restaurante muy elegante y hermoso, el mesero nos llevó hasta donde se encontraba la mesa que había reservado para los dos y pedimos la cena, al rato no trajeron la cena y comimos, toda la cena estuvo acompañada de cumplidos que Mario me hacía y algunas caricias.
Terminamos de cenar pague la cuenta y nos fuimos.
Al llegar a la casa Mario me llevo hasta mi habitación y me tapó los ojos con sus manos y me beso por el cuello.
- Te amo - susurro en mi oído y luego me destapó los ojos.
- yo te amo mas - dije volteeandome para mirarlo a los ojos y puse mis brazos al rededor de su cuello y lo bese.
Voltee a mirar hacia a mi cama y dentro de un corazón hecho de pétalos de rosas habían dos sobres, los abrí y habían dos boletos de avión con destino a México.
No dije nada.
- mi amor no te gusto? - pregunto Mario.
- claro que me gustó mi amor e incluso me encanto tu regalo - dije.
- me asustarse mi amor - dijo Mario.
Yo solo reí y lo abrase.
- mañana grabare un video bebé me ayudarás? - pregunto.
- si bebé - dije.
