¡Sábado!

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¡Pov Miku:

Me desperté la mañana siguiente, aún tenía los ojos cerrados para que no me diera el brillo del sol.

Recuerdo que me dormí en el sofá luego de ver como Len revisaba la herida.

Esto no se siente como un sofá.

Traté de estirarme pero algo me tenía presa.

¿Qué pasó luego de que me dormí?

Quiero saber qué está pasando, así que me estiré sin siquiera darle importancia a lo que me tenía presa. Tengo una idea de quién podría ser.

Obviamente es Len, lo único que quiero saber es cómo rayos llegó a dormir conmigo.

Mi lado "malvado" empezó a despertar.

-Myaaaaw!- sí damas y caballeros, ese era mi plan malévolo.

Me separé de él para finalmente empujarlo fuera de la cama.

-Ay...!- me miró somnoliento. Se levantó del suelo y se fue a cambiar.

Me arrodillo en la cama y me restriego los ojos.

-Buenooss díaaas!- me dije saltando de la cama.

En el momento de pisar siento el dolor del raspón de ayer y suelto un quejido de dolor.

Me fijo en la herida y veo que no es tan grave, pero aún duele...

Dejé algo de ropa en la cama para poder tomarla en un momento.

Me dirijo a la sala de estar. Empecé a bajar los escalones y justamente en el tercer escalón me resbalo.

La parte que sufrió más fue mi espalda sin duda.

-Definitivamente el problema soy yo- me lamenté.

Creo que no hay alguien que se caiga en una misma escalera siempre.

-¡L-len me voy a suicidar, adiós!- grité mientras fingía un llanto con la intención de que me regañe por hacer eso.

No hubo respuesta.

-¡Bien, nos vemos en otra vida supongo!- dije abriendo la puerta y cerrándola.

Me quedé afuera, en la calle, me sentía incómoda, puesto que mi pijama era de una tela casi transparente, obviamente tenía ropa por debajo, pero igualmente me sentí muy incómoda.

-Uno...-

-Dos...- no debe tardar...

-Y...-

-¿¡Miku!?

-Ya tardabas, rápido, déjame entrar, esto es incómodo...- estaba algo roja ya que no me gustaba que me vieran en pijama

Entré rápidamente a la casa.

Tomé la ropa del cuarto y me fui a bañar.

Cuando al fin terminé me veía mejor, estaba aseada y con ropa cómoda.

Traía un polo color carmesí, sobre este una polera blanca y una falda roja.

Unas botas color café y el cabello suelto.

Me fui a desayunar.

Vi que Len estaba mirando por la ventana. Ha estado callado hoy.

Me acerqué y lo abracé por la espalda haciendo que se sobresaltara

-¿Estás bien?- dije mientras recargaba mi cabeza en su espalda.

-Uh?... S-sí claro-

Se separó de mí para ir a preparar el desayuno.

Tú llegaste a mi vida | LenKuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora