Sensible

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-Ni siquiera fuiste a casa al parecer, ¿quieres que te preste ropa?-

-No, no, tranquila, un día que duerma con el uniforme no hará que me muera- sonrió.

-No me importa, ten este pijama- le dio el conjunto.

-Bien, me lo pondré mamá- tomó el conjunto y se dirigió al baño.

Al cabo de unos segundos, la aquamarina gritó desde el baño.

-¡No me pondré esto!-

La pelirroja dio una risa sonora.

-¡Es lo que hay! ¡Tengo una colección, así que puedes elegir otro!-

-¡Bien...!-

La aquamarina volvió a la habitación de la pelirroja encontrándose con esta vestida de igual manera.

-Bien, no me siento tan mal-

Ambas chicas llevaban un kigurumi.

La aquamarina uno de gato y la pelirroja uno de conejo.

Ambas se sentaron en la cama de la última.

La cama estaba situada en la esquina de la pared, de tal manera que la pelirroja se sentaba en las almohadas y la aquamarina al final de la cama.

Esta se encontraba con las piernas cruzadas transcribiendo los apuntes de su compañero.

La pelirroja tomó aquel momento para poder tomarle una foto.

Olvidó bajar el volumen.

Click

-¿Me tomaste una foto?- la aquamarina volteó su cabeza.

-No, no, estaba... Me estaba llegando una notificación- excusó.

La contraria se quedó observándola por unos segundos, hasta que decidió continuar con sus apuntes.

Pasó una hora.

La aquamarina estaba estudiando y la pelirroja estaba aún en su celular.

-Hey, ya son las 12- dijo apagando su teléfono.

-Oh, de acuerdo- cerró el libro.

Ambas chicas se acostaron el la cama.

-¿Segura que estaremos bien?-

-Sí, ya lo hicimos antes, ¿no?- dijo la pelirroja.

-Sí, es verdad-

-Entonces, buenas noches, mañana a las 7:15 salimos-

-Buenas noches...-

Ambas se quedaron dormidas.

Hasta el día siguiente.

-Ya es hora, levántate- decía una pelirroja ya arreglada.

-¿Qué hora es?- decía, por otra parte, una aquamarina aún semi dormida.

-Las... 7:10-

-Carajo, ¿¡por qué no me avisaste!?- se levantó rápidamente.

-Se me pasó, además, me levanté hace unos minutos también-

-Sí, sí, como sea- entró al baño.

Salió al cabo de tres minutos con el uniforme puesto y con el cabello suelto.

-¡Rápido vamos!-

Y así salieron corriendo.

-Te dejo aquí. Me voy-

Tú llegaste a mi vida | LenKuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora