Complicated

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No estaba pensando, fue algo repentino.

Se hizo a un lado chocando con una mujer.

-Lo lamento- se disculpó la aquamarina.

-Tranquila- se retiró.

Quedaron los chicos mirándose.

-Mi--

El teléfono de la aquamarina comenzó a vibrar.

-¿Sí?-
(Cielo, de verdad, perdóname, ¿pero crees que podrías volver? Aina no para de mencionar que quiere comer lo que tú le preparaste)
-¿En serio? ¿Ahora?-
(Si no puedes venir tranquila, se lo explicaré)

La aquamarina miró a los hermanos haciendo una despedida con la mano.

-Tranquila, no hay problema-
(Gracias, y lamento molestarte con esto)
-No es nada-

Colgó la llamada.

-Achit...- estornudó la aquamarina.

Estornudo el cual fue oído por ambos chicos rubios.

-Salud...-

-Salud...-

Dijeron al unísono.

No recibieron respuesta, la aquamarina ya estaba algo alejada para poder escuchar aquello.

-¿No vas a seguirla?- cuestionó la rubia.

-¿Debería?-

-Se supone que tú quieres saber si está bien o no-

-¿No podría ser en otro momento...?-

-¿Esperarás a perderla?-

-No digas eso...-

-Como quieras, solo te digo que me voy a casa- dijo la chica alejándose.

El chico lo pensó un poco, y finalmente decidió ir tras la aquamarina.

Logró seguirla hasta una casa.

¿De quién sería esa casa?

Sentía que le había causado demasiados problemas a la chica, por lo que dio media vuelta.

Mantuvo esa idea en la cabeza por el resto de la tarde.

¿Y si quería alejarse de él? ¿Y si pensaba que era molesto?

Aunque se negaba todo el tiempo, sentía que no estaba muy alejado de la realidad.

Dejaron de ser tan unidos como antes.
Casi no hablaban.

Sintió una sensación de vacío.

Se fijó en la hora.

-¿11:38 de la noche?-

Había perdido completamente la noción del tiempo.

Salió de casa para darse un respiro.

Se dirigió al parque.

No había demasiada gente, la mayoría estaba volviendo a sus respectivos hogares.

Y sin embargo, ahí estaba.

Mejor dicho.

Estaban.

La chica aquamarina se encontraba con una niña pequeña en brazos.

Esta, por otro lado, no se había percatado de la presencia del chico.

-¿Te divertiste?- dijo poniendo un dedo en el pecho de la pequeña.

-¡Sí!-

-¿Quieres que te prepare algo cuando lleguemos?-

-¡Lo que preparaste antes!- exclamó la pelinegra.

Tú llegaste a mi vida | LenKuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora