Mala suerte

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-¿A qué hora dormiste?- preguntaba la rubia.

-... temprano...- la aquamarina bostezó por décima vez.

-¿Temprano?-

-Sí...- repitió inconscientemente la acción anterior.

Estaban solamente estas dos chicas esperando a los demás chicos en un centro comercial.

Habían quedado aquel domingo en la mañana.

La aquamarina había dejado de dormir bien desde hacía un par de días.

-Si mi hermano te viera... No estás bien...-

-¿Tan mal estoy?- se estiró.

La rubia movió la cabeza para un lado.

-Bueno... Eh...-

-Bien, espérame aquí- dicho esto la aquamarina se dirigió al baño.

-¡Heey!- levantó la mano la chica rubia.

-¡Buenos días!- exclamó la peliverde.

-¿No estaba contigo?- preguntó el chico.

-Se fue al baño- respondió su hermana.

Un par de minutos después la aquamarina salió al encuentro de los demás.

-¡Hola! Disculpa la tardanza- sonrió.

-Tranquila- respondía la peliverde.

Los chicos caminaron por todo el centro comercial hasta que finalmente se sentaron en una banca.

-No compramos nada, ¿solo vinimos a caminar?- dijo la aquamarina.

-¿Sí? Es un lindo día, demasiado lindo para pasarlo en casa- decía la rubia mientras fijaba su mirada en el teléfono.

Su propio teléfono vibró.

[Usar maquillaje no quita tu malhumor]

La aquamarina bostezó, mientras atraía la atención de sus acompañantes.

-¿Qué?-

-Voy por algo para comer, ¿quieren algo?- se levantó el chico.

-Voy contigo- dijo la peliverde.

-No, nada- bostezó la aquamarina.

-Sí, por favor. Dos brownies de chocolate y dos cafés con leche- habló la chica rubia.

-Bien, vamos- dijo la peliverde.

-Pero--

-¡Gracias!- siguió la rubia mientras le daba un golpe a la aquamarina.

-¡Ay...! Qué molesta...-

-¿Yo? ¿Molesta? Pues no mi ciela, tú eres la que no durmió desde vete a saber cuándo-

La aquamarina se apoyó en el hombro de su compañera.

-Tengo demasiado sueño...-

-¿Y por qué mierda no duermes?-

-No lo sé, supongo que estoy ¿preocupada?-

-¿Exactamente por?-

-No lo sé, preguntas que me dejan pensando supongo-

-¿Como por ejemplo?-

-No quiero hablar de eso. Lo siento-

-Tranquila, entiendo, ¿te parece si luego de comer te llevo a casa?-

-¿Hm? No, no, no te preocupes. Si todo sale bien, debería tener más energía luego de comer, ¿no?-

-A ver, no es que reemplacen unas ocho horas de sueño, solo te darán energía para un tiempo-

Tú llegaste a mi vida | LenKuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora