Beautiful [JJBA Fanfic]

15.- Perder.

Después de lo sucedido en el submarino, salieron a la tierra, o más bien, arena, donde el viaje hasta El Cairo comenzaría. Pero nadie estaba enteramente avisado de quién sería el nuevo aliado, claro, a excepción de Avdol, quien tenía una expresión de preocupación absoluta... ¿Y si realmente Iggy no ayudaba?

Estando casi en medio del desierto, aterrizó un helicóptero de la fundación Speedwagon, todos observaron con curiosidad a su nuevo "aliado", pero más que una cara nueva, se reencontraron con alguien que, a pesar de haber pasado tan poco tiempo, parecía tanto para ellos.

—¿Hola? Ay Pol no llores. —entre sus brazos traía un bulto envuelto en unas mantas que gruñía por lo bajo, este saltando al rostro del albino, comenzando a morder su cabello hasta que soltó un gas, provocando las risas de todos, Polnareff ya no lloraba, pero estaba todo despeinado y oloroso.

Los hombres de la agencia, les entregaron todo al grupo, le indicaron el estado de salud de Holy y se despidieron de la albina, con una gran sonrisa, deseándoles lo mejor.

A pedido de Joseph, se tomaron una fotografía grupal, Blair sonrió a la cámara felizmente, aferrada al brazo de su mejor amigo y del pelirrojo, a un lado de este, Avdol y delante sentados Polnareff, Joseph e Iggy.

—¿Cómo estás? —se acercó el pelirrojo a la chica y esta enrojeció por completo, sin siquiera poder evitar la sorpresa en su rostro; Iggy observó fijamente al contrario y le gruñó, haciéndole un ademán de que si se acercaba a la chica le haría lo mismo que hizo con el fracasado de cabello blanco.

—Iggy, C-cálmate, ¿sí? Ven muchacho, ven con Blair. —para tratar de desviar el sonrojo y calor de sus mejillas, se inclinó a tomar al perro entre sus brazos, este acurrucándose en su pecho. —Estoy bien, no me morí después de todo.

Esta sonrió y escuchó a su mejor amigo quejarse. Le entregó el perro al de verde junto a unos chicles de café, quedándose tranquilito en los brazos de Kakyoin y la chica se lanzó a golpear el hombro del pelinegro, con una fuerza casi descomunal.

—Hey. —se quejó de nueva cuenta, frunciendo los labios un poco; le devolvió el golpe, pero con dos dedos en la frente, sabía que era demasiado pronto para que se recuperara del brazo.

No hubo demasiada conversación con los demás, la chica se centró en explicarles a los dos más adultos sobre Iggy y que quizá ayudaría mucho en el transcurso de llegar donde Dio y Carmilla; se le veía extrañamente tranquila, calmada y hasta más madura, ¿en serio todo eso había pasado en uno o dos días?

Noriaki sintió algo en su pecho con sólo volver a verla, quizá ya era momento de confesar sus sentimientos, la observaba con detalle, se veía hermosa con esa ropa de colores negros y una especie de capa blanco casi transparente que la cubría de los rayos del sol.

—¿Sucede algo, Kakyoin? —preguntó Polnareff con una sonrisa, codeándolo, no era idiota y Jotaro tampoco, por lo que habían notado que no dejaba de mirar a la más baja.

Llegaron a donde estaba el jeep y rápidamente partieron, Polnareff se quejó el trayecto porque Iggy y la albina estaban ocupando una fila entera de asientos, simplemente porque el can no quería que se acercaran a ella.

Joseph detuvo de pronto el vehículo y se asomaron a ver qué sucedía, un helicóptero; el rostro de la chica se deformó, eran exactamente los pilotos que la habían traído con Iggy hasta ellos.

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Polnareff estaba discutiendo a la distancia con el pelirrojo, de quién se acercaría para atacar al stand enemigo, todos los demás estaban sobre el vehículo, de pronto, para Blair todo se volvió rojo frente a sus ojos.