7.- Stand

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—Creo que tendremos que pasar la noche en este pueblo.

—Me pregunto si tendrán un buen hotel.

Conversaban en el camino Joseph con Polnareff, el pelinegro contenía lo más posible a la chica, quien mientras más cerca del pueblo, sentía las voces aún más fuertes, no comprendía qué estaba sucediendo, todo era tan malditamente insoportable.

—¿Un buen hotel? —inquirió el de ojos violeta, mirando de reojo a su compañero de cabellos platinados al tiempo que conducía.

—Si, que tenga un baño decente, aún no termino de acostumbrarme a los extraños baños de la India. —y rió un poco el francés.

De pronto Jotaro se exaltó y la chica alzó su rostro, ambos observando el cadáver de un perro, este mirando, con sus ojos perdidos hacia la albina, en todo momento mientras se movía el auto.

—Me está mirando... —susurró muy bajo, tanto que el ajeno no podría haberla oído.

Ya en el pueblo, apenas podían ver más allá de su nariz; se estacionaron y Noriaki bajó, indicando que podrían preguntar por el hotel desde ahí.

Por un momento, la chica se calmó, los murmullos se acallaron y sin más se bajó del auto junto a los demás, observando a todos lados con ello; ciertamente, como decía Jean, era incómodo el exceso de tranquilidad del lugar.

El desprecio de algunos habitantes les mantenía algo más intranquilos de lo habitual, exceptuando por el muerto que luego encontraron. Todos se exaltaron por ello, es que, ¿cómo era posible que ignorasen a un muerto? La gente toda observaba, pero nadie se acercaba siquiera a visualidad, aunque sea por simple morbo, como solían hacer las personas, al menos en otros lugares.

La mujer horrenda, las personas tan tranquilas, no le daban importancia al resto de las cosas que les rodeaban, Kakyoin estaba asqueado por las pustulas extrañas de la mujer con la que hablaba.

Blair por su parte escuchaba de nueva cuenta las voces, más y más fuertes mientras las personas la observaban.

No estaba loca, ¿cierto? Aquellas voces provenían claramente de los habitantes de aquel pueblo casi fantasma; al tiempo que la niebla se hacía más espesa, las voces se intensificaban...

La rasposa voz de una anciana les interrumpió, luego de que Joseph casi muriera empalado en una reja con puntas, esta se veía extrañamente viva, a comparación de los demás lugareños, sus ojos brillaban.

La primera sospecha fue cuando llamó al mayor de todos "Señor Joestar", Jotaro estuvo atento desde ese momento, ella apelando haber escuchado a Polnareff que llamaba al señor.

Entraron al hotel, la albina observó a sus alrededores, se sentía pesado el ambiente, si decía que la anciana no era normal, iban a pensar que en serio, ella estaba completamente loca; porque creerían más en la anciana que en ella.

Luego esta comenzó a hablar de escenas del 007 y de Lennon, bromeando después que no era cierto, pero así llamaba la atención del resto.

En fin, entraron por fin al lugar, todos se registraron con sus nombres, con Blair y Jotaro se registraron juntos y la chica se distrajo un poco de las voces, riendo divertida con la extraña firma del contrario, esta de igual manera firmando, provocando una apenas mínima risa en el pelinegro.

La chica se instaló en su habitación y al sentarse en la cama, un fuerte sonido ensordeció sus oídos. Se cubrió los mismos, pensando que podría ser algo de afuera, pero no, era todo de adentro de su cabeza.

Beautiful [JJBA Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora